Este nuevo concepto, conocido como inteligencia artificial, ha llegado para quedarse. Se desarrolla a través de ordenadores y trata de replicar las funciones cognitivas de los seres humanos. La Inteligencia Artificial (IA) ha descubierto, por primera vez sin ayuda humana, una supernova. Hasta ahora, gracias a la IA se han conseguido diagnosticar enfermedades de la piel, se han llevado a cabo cirugías con robots e incluso se han desarrollado prótesis de extremidades controladas por la IA, entre otros avances. El último campo en el que nos ha sorprendido es en el de la astronomía, donde ha descubierto, por primera vez sin ayuda humana, una supernova.
Las supernovas son explosiones estelares que tienen lugar cuando las estrellas explotan al acabar su combustible, enriqueciendo el espacio que las rodea con elementos pesados. Estas explosiones marcan el final de una estrella y son muy importantes para los astrónomos, porque contribuyen a la medición de la expansión del universo.
El descubrimiento de la supernova ha sido posible gracias a un nuevo sistema de IA llamado Bright Trasient Survey Bot (BTSbot), desarrollado por investigadores de la Universidad de Northwestern (Estados Unidos), que han colaborado con astrónomos de Caltech, la Universidad de Estocolmo, la Universidad de Minnesota y la Universidad de John Moores de Liverpool.
Funcionamiento del sistema
La IA ha alcanzado su objetivo utilizando 1,4 millones de imágenes cuyo origen procede de 16.000 fuentes distintas. Su trabajo es examinar el cielo nocturno mediante telescopios robóticos en busca de nuevas fuentes de luz. Cuando detecta algo se comunica inmediatamente con otros telescopios, con el objetivo de confirmar que se trata de una supernova. De esta manera, el mecanismo es capaz de automatizar la búsqueda de supernovas por el cielo sin necesidad de trabajo humano.
Avances
Este descubrimiento supone un avance para la astronomía, ya que, tradicionalmente, los astrónomos debían analizar una gran cantidad de datos a partir de telescopios. Al añadir BTSbot al flujo de trabajo de los científicos, desaparece la necesidad de dedicar tiempo a buscar estas supernovas y se elimina la posibilidad de cometer errores humanos. El astrónomo Christoffer Fremling del Instituto de Tecnología de California (Caltech) ha aclarado: “ZTF ha estado funcionando durante los últimos seis años y, durante ese tiempo, otros científicos y yo hemos pasado más de 2.000 horas inspeccionando visualmente candidatos y determinando cuáles observar con espectroscopia”.
Ahora, los científicos cuentan con más tiempo para analizar sus observaciones y poder plantear nuevas ideas. Esta automatización no solo acelera los procesos de investigación y descubrimiento, sino que también posibilita una mayor comprensión de los misterios del universo.
“Otros científicos y yo hemos pasado más de 2.000 horas inspeccionando visualmente candidatos y determinando cuáles observar con espectroscopia”, señala Fremling.
Gracias a avances como estos, la IA se está posicionando como una disciplina fundamental en la ciencia y la tecnología. Puede que se haya cuestionado el hecho de que no puede sustituir el trabajo humano, porque sigue habiendo tareas que solo pueden llevar a cabo personas. Sin embargo, el descubrimiento de la supernova es un ejemplo de cómo la colaboración entre trabajo tecnológico y humano puede conseguir avances impensables, como es, en este caso, la comprensión del cosmos.