Las consecuencias de la DANA continúan azotando la Comunidad Valenciana, y cada día son más las historias que se conocen tras la catástrofe ocurrida el 29 de octubre. Una de ellas es la de Irene Solís, una ilustradora madrileña afincada en Chiva (Valencia) que ha vivido una experiencia que le ha cambiado la vida.
«La historia es un milagro de la Providencia», asegura Solís. El martes 29 de octubre, primer día de la tragedia valenciana, su marido salió de casa camino a Cheste (una de las zonas más afectadas) para dirigirse al trabajo, como cualquier mañana. Una vez allí, Irene le llamó por un problema y él decidió volver a casa y teletrabajar. Gracias a esta decisión, su marido no sufrió la DANA en la zona trágica de la A-3 o AP-7 y se libró del derrumbamiento del puente de la Sierra Perenchiza, unas carreteras y un viaducto que utilizaba a diario y que se destruyeron ese mismo día.
«Mi historia es un milagro de la Providencia», asegura Irene Solís.
Desde la fe
Mediante la fe se logra lo imposible. Como creyente, Irene Solís ha vivido esta experiencia desde la fe en Dios y gracias a la protección especial de sus Ángeles Custodios, que han cuidado de ella y su familia en cada pequeña decisión, tal y como ella declara: «Los Ángeles Custodios me han acompañado siempre, desde gestos tan simples como comprar una gran cantidad de agua unos días antes por una visita familiar inesperada, hasta las decisiones más importantes como el no ir a trabajar aquel día».
«Los Ángeles Custodios me han acompañado siempre», declara Solís.
Además, gracias a su fe en la Providencia y al cuidado de los Ángeles Custodios, es por lo que Solís puede seguir contando su historia. «El día 30 de octubre vi Su mano», asegura la protagonista. Ese día, a pesar de la escasez de agua y comida en toda la provincia debido a la DANA, su marido y ella decidieron intentarlo y pudieron conseguir más agua y leche en un centro comercial de Torrente.
La historia no termina ahí. «Lo más significativo ocurrió el 1 de noviembre. Estábamos incomunicados, llevábamos varios días sin luz, ni agua, ni cobertura y tomamos la decisión de irnos a Madrid con nuestra familia. En ese momento, nos pusimos en contacto con la Policía y la Guardia Civil, que no sabían qué salida podíamos tomar, y los pocos caminos que nos aconsejaron se encontraban inaccesibles. En medio de la situación de intentar salir de la zona sin éxito, nos encontramos a unas ovejas y, con ellas, a unos pastores en medio de la nada, en una zona donde nunca he visto ni ovejas ni pastores, y fueron ellos los que nos dijeron que habían escuchado que el puente de Torrente estaba abierto y que, desde allí, podíamos salir. Lo probamos, y era cierto, así es como pudimos salir de Valencia», cuenta Irene Solís.
Además, Solís lo tiene bastante claro: «Estas fueron señales de un cuidado providencial que nos ha protegido y ha guiado en los momentos más difíciles».
«Nos encontramos a unas ovejas y unos pastores que nos dijeron cómo salir de Valencia, en una zona donde nunca he visto ni ovejas ni pastores», explica Solís.
Sus ilustraciones
Irene Solís es una artista e ilustradora de acuarela, una profesión y afición que le ha ayudado a expresarse y liberar tensión tras unos días que, tal y como ella asegura, le han marcado profundamente. La artista ha encontrado en las ilustraciones una forma de exteriorizar lo vivido y un arte que, a partir de ahora, estará marcado por la tragedia de la DANA y con el que, además de invitar a quien lo contemple a mirar al Cielo y conectar con la esperanza, tendrá el objetivo de ayudar también a los afectados.
«El primer pincel que tomé después de la DANA fue para pintar a la Virgen de los Desamparados. Su imagen, con el rostro inclinado hacia el suelo, parece acoger y abrazar a quienes se acercan a ella buscando consuelo», asegura Solís mientras explica qué entiende ella por arte: «El arte siempre está al servicio del otro. Nos permite representar, dar luz a lo que nos rodea y, al mismo tiempo, sostener».
«El arte siempre está al servicio del otro», explica la ilustradora.
Además, este gesto le ha inspirado a dar un paso más allá: abrir su tienda on line. El primer producto disponible será un calendario de Adviento ilustrado, parte de cuyos beneficios van a ser destinados a ayudar a las víctimas de la DANA.