El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prevé que España reconozca, antes de julio, a Palestina como Estado. Además, apoya su ingreso como miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sánchez lo anunció en su gira por Oriente Próximo, a pesar de haberlo expresado meses antes y afirmar que se hará cuando «pueda suponer una contribución positiva y las circunstancias sean las correctas».
El pasado 22 de marzo, Sánchez participó en una reunión en Bruselas junto a los líderes de Irlanda, Malta y Eslovenia en la que se comprometieron al reconocimiento de Palestina. De los 193 estados integrantes de Naciones Unidas, 139 han reconocido el Estado de Palestina, que conseguiría una serie de herramientas diplomáticas y políticas.
El objetivo de la gira de Pedro Sánchez por Oriente Próximo es conocer el pensamiento de países de la zona sobre la resolución del conflicto, qué opciones existen y en qué medida puede ayudar a España. Con ello, Sánchez quiere defender la necesidad de un alto el fuego en Gaza, impulsar una conferencia de paz y exigir la liberación de los rehenes en manos de Hamás.
Hoy termina mi segunda gira a Oriente Medio desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás, en octubre del año pasado.
He visitado Jordania, Arabia Saudí y Catar para reunirme con los actores de la región que están jugando un papel clave en la resolución de este conflicto, y… pic.twitter.com/vKqIXakdk4
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 3, 2024
Sin embargo, recuerda que es una decisión tomada por el Consejo de Ministros, y no requiere la aprobación del Parlamento, aunque ha afirmado que se informará al Poder Legislativo.
Asimismo, Sánchez asegura que en los próximos meses ocurrirán acontecimientos «relevantes en el escenario internacional» sobre el conflicto entre Israel y Hamás. A su vez, aconseja estar atentos a los debates surgidos en Naciones Unidas.
Reconocimiento de Palestina
El reconocimiento de Palestina como Estado por parte de España tendría implicaciones diplomáticas, políticas y económicas. Estas podrían influir en el curso del conflicto israelí-palestino y en las relaciones internacionales de España.
La proximidad de las elecciones europeas (9 de junio) y la Presidencia de Malta en el Consejo de Seguridad durante el mes de abril han incidido en la decisión de Sánchez para respaldar esta medida. Entre las repercusiones diplomáticas, podrían generar tensiones con Israel y con todos aquellos estados que no reconocen a Palestina como Estado independiente.
El secretario general de la ONU, António Guterres, aboga por ello, al igual que otros líderes. Según Guterres es un «gesto simbólico», que no se adoptaría ningún cambio en la práctica.
«El reconocimiento puede ser una ayuda para su causa, pero no resuelve el problema», asegura Isidoro Jiménez.
Isidoro Jiménez, profesor de Historia en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), afirma que «el reconocimiento puede ser una ayuda para su causa, pero no resuelve el problema». Asimismo, enfatiza que su reconocimiento colocaría a Palestina en una situación equiparable a la de los otros 193 miembros de Naciones Unidas. De hecho, Jiménez considera que esto significaría un «poder de actuación y derecho» para el territorio. Sin embargo, recuerda que, para ello, no hay que olvidar que es una condición indispensable que Israel lo reconozca, y «eso hoy parece imposible».
«Lo primero que hay que hacer es un alto el fuego y que llegue la ayuda humanitaria», afirma Marta Pedrajas.
A título personal, Marta Pedrajas, trabajadora en el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo,
El reconocimiento de un Estado
La cuestión del reconocimiento, no tanto de la existencia de nuevos estados, tiene al menos dos facetas: la autodeterminación y el derecho del Estado, por otros, para que pueda ser considerado un sujeto del derecho internacional.
El primer paso para ser reconocido como Estado es establecer un Gobierno efectivo que tenga control sobre un territorio definido. Este Gobierno debe tener la capacidad de mantener el orden, garantizar la seguridad y representar los intereses de los ciudadanos que lo conforman.
El Estado debe demostrar su capacidad para ejercer la autoridad sobre su territorio y población. Esto implica tener el control sobre sus fronteras, la capacidad de celebrar relaciones diplomáticas con otros estados y la flexibilidad para cumplir con los compromisos internacionales.
Además, el Estado debe buscar el reconocimiento de otros estados consolidados. Estas relaciones pueden prosperar a base de tratados bilaterales, relaciones diplomáticas formales o la admisión en organizaciones internacionales como Naciones Unidas.
En el caso de Palestina, cumple la función de «Estado observador no miembro» de Naciones Unidas. Sin embargo, la semana pasada la Autoridad Palestina pidió formalmente que se les incluya como Estado de derecho. Con ello, quieren la aprobación del Consejo de Seguridad, durante el mes de abril, y, posteriormente, pasaría la propuesta a la Asamblea General. Si se obtiene mayoría, se cambiaría el estatus jurídico internacional de los territorios ocupados.
Today, the State of Palestine, and upon instructions of the Palestinian leadership, sent a letter the Secretary General requesting renewed consideration to Membership application @pmofa @antonioguterres #Palestine @UN pic.twitter.com/9plDMrhKro
— State of Palestine (@Palestine_UN) April 2, 2024
Kosovo como Estado
Kosovo declaró su independencia de Serbia en 2008, pero esta declaración no ha sido reconocida por todos los países. Algunos como Serbia, Rusia, China y España no reconocen la independencia de Kosovo debido a razones políticas, históricas y legales.
Algunas naciones no reconocen la independencia de Kosovo debido a las consecuencias de la guerra kosovar ante Serbia, y sobre todo, por la unilateralidad con la que se afrontó el proceso de independencia. Para ellos, el reconocimiento de Kosovo podría sentar un precedente peligroso para otros movimientos separatistas en el mundo.
Además, se ven afectados los países que tienen alianzas estratégicas con Serbia o con potencias como Rusia y China. Asimismo, la división en el Consejo de Seguridad de la ONU respecto a Kosovo ha obstaculizado cualquier intento de lograr un consenso global sobre su estatus.