Familiares y amigos de Santiago Sánchez Cogedor se han movilizado para pedir que las autoridades iraníes liberen a este joven español. El 19 de febrero, crearon una cuenta de Instagram, llamada @freedomforsantiago, en la que reclaman diariamente ayuda a quien pueda y quiera colaborar. Además, muestran contenido de viajes anteriores de Santiago.
En diciembre se produjo la primera manifestación en las inmediaciones de la embajada de la República Islámica de Irán, donde la madre, en voz alta, leyó una carta, que previamente había sido entregada al embajador iraní, se comprometió a facilitar el contacto telefónico con Santiago.
La visita a la tumba de Masha Aini en Saqqez, junto a su traductor y unas supuestas fotos que hicieron al monumento, explican detención de Santiago Sánchez Cogedor, quien ha denunciado que está en lamentables condiciones dentro de una cárcel iraní: «Estuve en una habitación pequeña de un metro cuadrado. No había cuarto de baño, una luz led en el techo 24 horas encendida».
El pasado 5 de marzo, se produjo otra concentración silenciosa frente al Ministerio de Exteriores iraní para recordar que su amigo, hijo y compañero, Santiago, sigue encarcelado en Irán.
Santiago Sánchez Cogedor comenzó, el 7 de enero de 2022, su aventura a pie hasta Qatar, con la excusa de llegar al Mundial de fútbol. Era un recorrido de 6.800 kilómetros desde San Sebastián de los Reyes (Madrid), cuya meta real era ayudar al mayor número posible de personas y plantar árboles en el trayecto.
Diez meses después, el 1 de octubre, lo último que sabían sus familiares sobre él era una publicación en instagram y un mensaje avisando de que estaba en la frontera de Irán con el Kurdistán iraquí. Tras haber pasado por países como Francia, Italia, Grecia, Albania, Turquía e Irak, ya solo le quedaba pasar Irán, el último territorio antes de coger un barco hasta Qatar, donde se disputó el Mundial, del 20 de noviembre al 18 de diciembre.