El Partido Popular va a vivir, el 1 y 2 de abril, dos días determinantes para su futuro más próximo. En Sevilla, tendrá lugar el XX Congreso Nacional del PP, convocado con carácter extraordinario y urgente. Con el lema Lo haremos bien, el encuentro tratará de renovar la ilusión y “reivindicar los valores” del partido, como explicó el eurodiputado popular y presidente del Comité Organizador de este congreso, Esteban González Pons.
El encuentro estará marcado por la Presidencia del Partido Popular, ya que Pablo Casado abandonará definitivamente este cargo. Los más de 3.000 compromisarios del PP se encargarán de votar al sustituto de Casado, un puesto que ya tiene nombre y apellidos, los de Alberto Núñez Feijóo.
“Lo más importante, y en eso se está afanando Feijóo, es recuperar el pulso al partido. Eso incluye recuperar ilusión y moral de victoria, que estaba decayendo”, declaró Redondo.
La ilusión es, precisamente, uno de los objetivos de Núñez Feijóo, así lo afirmó Javier Redondo, profesor de Ciencia Política en la Universidad Francisco de Vitoria, en el programa Comunidad UFV (Onda Universitaria), el 23 de marzo. “Lo más importante, y en eso se está afanando Feijóo, es recuperar el pulso al partido. Eso incluye recuperar ilusión y moral de victoria, que estaba decayendo”, declaró Redondo. Según Redondo, la frase de Núñez Feijóo que dice “no vengo a insultar a Sánchez, vengo a ganar a Sánchez”, define muy bien la intención del gallego.
Un apoyo sin precedentes
El presidente de la Xunta de Galicia viene de obtener un resultado histórico en las elecciones primarias de su partido, el 21 de marzo. Núñez Feijóo era el único candidato y consiguió el apoyo del 99,6% de los votantes. De esta forma, se ha convertido en el candidato más votado de la historia a la Presidencia nacional del PP.
A las urnas se acercaron 41.681 militantes del partido, entre ellos Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez Almeida y Pablo Casado. Núñez Feijóo decidió no votar para dar todo el protagonismo a los militantes. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, destacó a Núñez Feijóo como un gran político y alguien capaz de unir a los votantes y ciudadanos: “Ahora hacen falta reformas profundas, hace falta un proyecto con sentido de Estado y sé que esta candidatura lo va a conseguir”.
La importancia de un proyecto identificable
Javier Redondo explicó que el Partido Popular es consciente de la importancia de un proyecto identificable y “muy parecido al que representó en el año 96”. Ese proyecto inicialmente lo representaba Casado, pero lo terminó haciendo “irreconocible” por sus giros, complejos e inexperiencia. “Habiendo interiorizado y procesado los errores por omisión y pasividad del marianismo, el proyecto de Feijóo es una vuelta a lo que representó Rajoy”, afirmó Javier Redondo.
“Habiendo interiorizado y procesado los errores por omisión y pasividad del marianismo, el proyecto de Feijóo es una vuelta a lo que representó Rajoy”, afirmó Javier Redondo.
Además, ante el crecimiento de Vox, Redondo analizó el reto de Núñez Feijóo de aglutinar al votante de centro, centroderecha, conservador y derecha radical en torno a un único proyecto, de largo plazo. “Aunque el grueso del votante que pueda dar una mayoría sólida al PP está en la derecha, la clave está en no confrontar de manera directa con la derecha, ni comprar las etiquetas que la izquierda quiere que la derecha compre”, declaró Javier Redondo.
La crisis del PP
Sin embargo, el principal desafío de Núñez Feijóo es afrontar la crisis de los populares, que se potenció tras las investigaciones del propio partido a Díaz Ayuso. Desde hacía un año, Casado estaba cuestionado por los barones del PP, descontentos por el rumbo de su liderazgo y, sobre todo, con las maniobras de Teodoro García Egea, secretario general.
“El gran error de la dirección nacional saliente fue dinamitar el proyecto vencedor que representó Isabel Díaz Ayuso”, explicó Javier Redondo.
“El gran error de la dirección nacional saliente fue dinamitar el proyecto vencedor que representó Isabel Díaz Ayuso”, explicó Javier Redondo. Según Redondo, fueron los miedos, complejos, el afán de controlar el partido y una acomodación a un estatus lo que llevó al partido a tomar esa desafortunada decisión.
A pesar de que la máxima responsabilidad fuera de Casado, Javier Redondo destacó el papel de García Egea, que “fue incapaz de entender la manera de confrontar políticamente con Sánchez”. La manera “exitosa” de Isabel Díaz Ayuso para hacerlo generó en ella un perfil propio y, además, una desconfianza en la dirección nacional. “Durante la pandemia, hubo un modelo de gestión, representado por Díaz Ayuso, y un modelo de capear esa gestión, representado por la dirección nacional y el resto de baronías. El pecado original fue dejar sola a Ayuso durante esa gestión”, expresó Javier Redondo.