El rector de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), Daniel Sada, fue el primer entrevistado de Comunidad UFV, el nuevo programa de Onda Universitaria. Este proyecto se inició el pasado 13 de febrero, con motivo del Día Mundial de la Radio. Dos profesionales y docentes del centro son los presentadores de este espacio informativo: Guillermo Vila y Alfredo Arense. Daniel Sada dejó claros los valores de la universidad. También habló de ese espíritu especial que tiene la UFV, desde sus instalaciones hasta la esencia de sus alumnos, profesores y trabajadores. A continuación, se transcribe la entrevista a Sada en Comunidad UFV.
Lo primero que queríamos plantearle, precisamente, es cómo veía la conveniencia de este formato, un programa de radio hecho por profesionales y los alumnos más destacados de la facultad.
Me parece fantástico, inmejorable, porque al final en la vida universitaria el fuego real añade mucho. Aunque hay que hacer fogueo en las clases, que parte de la vida universitaria se haga como es la vida profesional me parece que es fantástico.
Para nosotros, la idea de comunidad que da nombre a este formato y a este programa, que hoy arrancamos en este Día Mundial de la Radio, es la de un equipo de personas que buscan juntas la verdad en ese dialogo creativo de apoyo mutuo, que se forman, que no se conforman, valores que tienen mucho que ver con nuestra casa desde hace, precisamente, 25 años.
Sí, esta es la fuerza motora de arranque de la universidad. El ser una comunidad que busca y que, precisamente, está abierta a la realidad, quiere transformar esa realidad y quiere poner en juego lo mejor que cada uno tiene como parte de esa comunidad.
Uno de los objetivos de este programa, en general de los medios de comunicación de la universidad y del grupo Mirada 21, es acercarse a la realidad, huyendo de esos reduccionismos que muchas veces encontramos en otros medios. Sin meternos en muchos líos, pero sí que a veces hay unas miradas muy cortoplacistas a la realidad o limitada por prejuicios ideológicos o de cualquier tipo. Ese es nuestro objetivo y lo que intentamos en los medios de la universidad, algo necesario en la sociedad de hoy.
Sin duda, creo,que una cosa que comentamos mucho en la universidad es que todos somos capaces de cosas estupendas y de cosas malísimas, todos tenemos luces y sombras. En las relaciones con las personas que queremos, en la relación con nosotros mismos… de lo que se trata en el ámbito de la comunicación es de ser capaces de rescatar de la realidad lo bueno que tiene, porque vaya si hay malo, por supuesto que hay cosas malísimas, no se trata de ser utópicos ni ingenuos, pero sí está en nuestra mano tener una mirada sobre la realidad, que sepa rescatar también lo bueno, que hay muchísimo. La realidad y la vida son maravillosas, pero si nos empeñamos desde los medios de comunicación en tener una mirada superficial o que lo único que sabe es destacar y rescatar lo que más envilece, en vez de lo que más ennoblece, pues estamos haciendo un flaco favor a la realidad. Estamos hechos para el bien, estamos hechos para disfrutar y para provocar el bien, aunque seamos conscientes de que muchas veces provocamos el mal.
Este es un año fantástico para nosotros porque estrenamos el edificio de comunicación. Hablábamos antes, fuera de micros, de la luz que hay aquí y del estudio tan maravillo que tenemos, de este programa que comienza de Comunidad UFV, de este Día de la Radio, de los invitados, el broche final con antiguos alumnos de la universidad que actualmente se dedican a los medios de comunicación. Se cumplen, además, 25 años de la universidad. Nosotros, tanto Guillermo Vila, como yo (Alfredo Arense) somos antiguos alumnos. Han cambiado mucho las cosas en la universidad, pero, ¿cuál es su percepción de la universidad? ¿El crecimiento dónde se ve más: en los edificios o en la gente?
Pues mira, yo creo que, desde luego, ha cambiado en lo visible, porque viendo fotos ahora de hace 25 años, verdaderamente, es muy gracioso ver el camino recorrido y, por supuesto, el desarrollo del campus, instalaciones que ya las había magníficas, que arrancasteis, sobre todo en comunicación, con unos laboratorios que para la época eran verdaderamente revolucionarios, pero claro viendo esto, aunque solo sea en volumen, pues ha cambiado mucho y eso se ve. Pero se nota más ahora, tienes una cena con unos amigos, vas a cualquier sitio y dices que trabajas en la UFV, la gente conoce a otra que está relacionada con la universidad. Verdaderamente, la presencia en la sociedad y, además, una presencia que normalmente tiene un punto en común y es que todo el mundo te dice en general que los graduados tienen algo especial o cuando vienen a la casa y dicen aquí hay un ambiente especial. Seguramente, no saben describirlo, pero lo perciben como positivo y eso no lo da el ladrillo, ni lo dan los laboratorios, lo dan las personas y vosotros como exalumnos, los trabajadores de la universidad. Creo que lo que queremos ofrecer al mundo, poquito a poquito, lo estamos dando, que es algo que cambie el mundo a mejor.
Este año, estamos echando la vista atrás en numerosas ocasiones en este 25 aniversario de la universidad, pero también nos parecía un buen momento para preguntarle por el futuro, ¿cuáles son los límites de la UFV?
Los límites son muy difíciles de decir en un momento en que, desde hace no mucho, las universidades, bueno o quien quiere estar atento al futuro, nos damos cuenta de que la educación va a cambiar radicalmente y que la forma en que ahora concebimos que se dan grados de cuatro años con título oficial… Todo eso va a tener tal revolución, que el consumo en formación superior va a cambiar tanto que uno no sabe cuáles son sus límites. Hasta ahora pensábamos, que para nosotros los límites eran físicos en el campus porque nuestra apuesta era tener un solo campus y hacer un tipo de vida aquí que no la puedes hacer cuando estás en campus urbano. Quizá eso cambie, por ejemplo, porque es inaplazable la apuesta pro on line, estar presentes en on line que, hasta ahora, no ha sido una intención particular de la universidad y lo tiene que ser a partir de ahora, no sabemos cuáles son los límites de los grados. Ahora pretendemos abrir para el próximo curso un grado en ciberseguridad, que es algo demandado enormemente por las empresas, esto era algo impensable hace unos años porque parecía una cosa muy específica. La forma de entregar o de aportar la formación va a cambiar tanto, que esos límites no sabemos cuáles serán entonces. Yo veo esta universidad como una universidad que sigue teniendo claro lo que quiere dar, que es algo que haga crecer a las personas y que haga mejorar a la sociedad, que está abierta. También está sabiendo leer el futuro para entregar los formatos que de verdad sean más aportantes.
Como la persona está en el centro de lo que hace la UFV, también queríamos preguntarle si tuviera que dirigir tres palabras con las que le gustaría que cualquier alumno que pasa por un grado, un posgrado, un máster de la UFV se quedara de su paso por la universidad, ¿cuáles serían esas palabras?
Voy a elegir las que tienen que ver con nuestra triada, nuestro ADN, de nuestro modelo pedagógico, que son las tres d’s: despertar, descubrir y decidir. A mí, me encantaría que un alumno, que mi hijo, que tengo uno que ya ha acabado y dos que están estudiando aquí ahora, cuando salgan puedan decir he descubierto, he despertado, me han despertado con preguntas y he despertado a la vida, a las cosas profundas, al sentido, he descubierto cosas valiosas, he descubierto cosas que son verdad en mi vida y que, por lo tanto, me ayudan y he decidido, he tomado decisiones de comprometerme con la realidad, darme cuenta de que soy un privilegiado, he podido ser universitario, he recibido mucho y tengo que entregarlo, entonces he despertado, he descubierto, he decidido.