El ‘Brexit’ mantiene divididos a los británicos cinco años después

- PRIMERA PLANA - 4 de febrero de 2025
El Brexit se consumó definitivamente el 1 de febrero de 2020.

Se cumplen cinco años de la salida de Reino Unido de la Unión Europea, un divorcio conocido como el Brexit. El 23 de junio de 2016 los británicos decidieron, referéndum mediante, retirarse de la comunidad de países europeos, con la esperanza de recuperar su autogobierno y no ser controlados por Bruselas, sede de la Unión. Con esta premisa, la salida definitiva se produjo, finalmente, el 1 de febrero de 2020. Cinco años después, muchos han sido los perjuicios y beneficios para los británicos, pero la opinión pública sigue dividida a la hora de decidir si este ha sido un buen o mal movimiento político y económico.

Controlar la inmigración y recuperar la prosperidad de la industria pesquera eran dos de las promesas políticas por las que los británicos decidieron separarse de sus hermanos europeos. El Brexit ha tenido un gran impacto y ha cambiado numerosos asuntos en Reino Unido, como su economía, su política y hasta su sistema constitucional. Asimismo, la salida de la Unión Europea hacía tiempo que había dejado de ser un asunto central en el país, y apenas el 13% de los ciudadanos británicos la consideraba como una de sus mayores preocupaciones políticas. Aun así, desde las elecciones de julio de 2024, el Partido Laborista debe hacer frente a sus consecuencias, y ha vuelto al centro del panorama político.

Las consecuencias económicas

Según los expertos, la economía es el ámbito en el que más se han notado los cambios y las consecuencias del Brexit, con un impacto negativo, independientemente de la posición que se tome ante la cuestión separatista. Tal y como reflejan las cifras de la Oficina para la Responsabilidad Presupuestaria de Reino Unido, la productividad de la economía británica será un 4% menor a largo plazo, comparada con una supuesta permanencia de Reino Unido en la Unión Europea. La economía británica crece menos que otras economías avanzadas como la de Austria, Bélgica o Dinamarca desde que entrara en vigor el Brexit.

A pesar de los datos negativos, la salida del país de la Unión Europea se produjo al mismo tiempo que la llegada de la pandemia de la covid-19, es decir, en medio de una crisis global que ha dificultado la distinción de la caída económica atribuible al movimiento independentista europeo. Asimismo, los británicos han salido de la Unión, pero tienen, tras años de negociaciones, el Acuerdo de Comercio y Cooperación entre la UE y el Reino Unido, que permite a las islas comerciar libremente con los 27 miembros. Según los partidarios del Brexit, estaba claro que el comercio se vería resentido, pero al cortar los vínculos con Bruselas, Reino Unido es libre de firmar nuevos acuerdos comerciales con otros países que compensan estas pérdidas, tal y como ha sucedido con Australia y Nueva Zelanda y las alianzas en proceso con Estados Unidos e India.

La inmigración y el panorama político

«Take Back Control» fue uno de los lemas más llamativos de las campañas a favor del Brexit. Otro de los motivos por los que los británicos abogaron por una salida de la Unión Europea fue para recuperar el control en la materia de inmigración y en el plano político. Efectivamente, el divorcio ha otorgado al Gobierno británico la libertad de definir sus propias políticas. El flujo migratorio desde la Unión Europea se ha desplomado, pero han llegado personas desde otros países, como los refugiados ucranianos a los que el país acogió tras el estallido de la guerra o toda la inmigración que la pandemia retrasó. En cuanto a la inmigración ilegal, Reino Unido todavía tiene pendiente renegociar un convenio con la Unión Europea para llevar a cabo la deportación de ilegales a países seguros.

En el panorama político, el Brexit ha revolucionado el tablero británico. La clásica división de la población inglesa entre conservadores y laboristas estalló tras el divorcio. Desde el referéndum en 2016, el país ha tenido seis primeros ministros en apenas nueve años. Además, el Brexit y las dificultades de la negociación con la Unión Europea para la separación han dejado escenas hasta ahora nunca vistas en la Cámara de los Comunes. Durante estos años, se han vivido momentos de tanta tensión que hasta la propia monarquía, y la reina Isabel II, entonces, se ha visto arrastrada a la polémica en algún momento.

Otros movimientos separatistas europeos

El triunfo del Brexit ha impulsado otros movimientos independentistas europeos que han promocionado durante estos años sus intenciones de imitar la fórmula británica. Para darles nombre, se suele colocar el inicio del nombre del país acompañado por la palabra «exit». En el caso de España, existe el Spanexit, que promueve la salida española de la Unión Europea.

Asimismo, estos movimientos cada día ganan más simpatizantes, tal y como se vio reflejado en los resultados de las últimas elecciones europeas. En ellas, los partidos nacionalistas que abogan por la autosoberanía y aumentar, cada vez más, la distancia de sus países respecto a Bruselas experimentaron un crecimiento de votos exponencial, ganando muchos apoyos y eurodiputados en el Parlamento europeo.

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