“La palabra es la memoria colectiva. Los juglares conectan con lo viejo y a través del universo de la palabra lo convierten en nuevo. Por eso me llama tanto la atención. Lo nuevo está desconectado de la tradición”. Así describía Rafael Álvarez El brujo el motor de sus obras. El dramaturgo se autoconsidera un juglar moderno. La coordinadora y profesora del Grado en Humanidades, Victoria Hernández, junto con Ricardo Franco, periodista del periódico El Debate, intercalaron sus intervenciones con las de El brujo. El acto, organizado por el Instituto John Henry Newman y el Máster de Humanidades de la UFV tuvo lugar en la pecera del edificio H a las 19:00 el pasado jueves 19 de mayo.
El porqué de sus obras
“Llegó un momento en mi vida que ya otra cosa no me merecía la pena, si no es preguntar, vivir, saber, o tratar de realizar lo divino entre la vida, no interesa”, respondía El brujo a la cuestión sobre el porqué de sus trabajos. “Entre lo nuevo y lo viejo falta un juglar, pero es que también falta la plaza del pueblo”, continuó el dramaturgo en alusión a su objetivo final: contar obras clásicas para “el pueblo”. El actor comentó que la nueva plaza del pueblo son las redes sociales, aunque no se deben confrontar y “perder el tiempo” criticando los “nuevos tiempos”.
“Yo entiendo por una vida humana una vida divina. Enfocarse en lo mal que está todo es una pérdida de tiempo, una pérdida de energía. Es muy difícil escamotear esa pulsión, hay que estar muy atento para criticarlo menos”, aseguró Rafael Álvarez, quien dio la clave de lo que para él son los cimientos de su vida: “Meditación y oración”. “He venido a esta charla solo para decir esto”, bromeaba el artista, quien expresaba que a él le “va bien así”.
Las crisis transformadoras
“Tras una gran crisis en la que parece que la vida se desvanece, la gente o se suicida o se convierte. No se convierte en el sentido religioso, sino que se transforma”, instó El brujo sobre la existencia humana. La persona tras estas crisis “se transforma y se conecta con su verdadero ser”. Rafael Álvarez destacó la fe como un pilar de la vida, pero un pilar “personal”. “Tú eres más el ser”.
El actor reveló también el motivo por el que le apodan el brujo. “Íbamos a hacer una obra de los hermanos Campec que se llamaba El juego de los insectos, y trabajábamos 12 chavales, y al firmar dije: como ponga Rafael Álvarez voy a pasar desapercibido. Entonces escribí Rafael Álvarez El brujo”, relató el dramaturgo. “El brujo porque un chaval me llamaba así, José Luis Ortiz Nuevo, el poeta, que me decía: tú… eres un brujito”.