Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular, ha declarado, de nuevo, ante el juez. En su intervención, ha tachado de «cobarde» a la antigua dirección del Partido Popular, con el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy al frente, por no admitir los «errores» cometidos en el pasado y no «dar la cara». También reiteró que la ausencia de pruebas físicas durante el juicio se debe a que, en el marco de la operación Kitchen, la anterior cúpula del partido ordenó la sustracción y destrucción de documentos personales que los inculpaba.
Durante las preguntas de la defensa, Luis Bárcenas ha lanzado diferentes acusaciones al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy, de quien ha reiterado que conocía la existencia de una contabilidad paralela en el partido y que, incluso, recibió sobresueldos: «Esas cantidades que aparecen recibidas por Mariano Rajoy durante un periodo que va desde 1996 o 1997 hasta el año 2008 son absolutamente ciertas». Esta declaración venía tras la declaración de su abogado, Gustavo Galán, en las que apuntaba que en los papeles contables aparecen «42 anotaciones» a nombre del expresidente.
«Lo único que me molesta es la cobardía de personas que no están dispuestas a reconocer errores, nos financiamos irregularmente, sabíamos lo que estábamos haciendo», ha declarado Bárcenas.
En su declaración, Bárcenas ha reiterado, de nuevo, el episodio de la destrucción de papeles, en el que Mariano Rajoy habría triturado los documentos que probaban la contabilidad paralela del partido: «Subo al despacho de Rajoy y le entrego la cantidad remanente y le enseño las dos últimas hojas para que viese cómo llevábamos el tema. Espantado, me dice que cómo puedo tener esos papeles. A continuación, Rajoy se gira en el sillón y en la destructora que tiene detrás destruye esos dos documentos, que eran fotocopias».
Las palabras de Bárcenas se producen en la segunda sesión de la semana del juicio de la reforma de la sede del partido, que busca discernir si las obras en la calle de Génova, 13 (Madrid) se financiaron de forma irregular a través de pagos de empresarios afines al partido, que, a través de este sistema, buscaban adjudicaciones preferentes de contratos públicos. Las sesiones quedaron aplazadas cuando Cristóbal Páez, exgerente del partido, se contagió de coronavirus y, debido a su salud, no pudo asistir a las vistas.
Bárcenas ha criticado que muchos de sus compañeros rechacen las acusaciones y ha reiterado la culpabilidad del partido: «Lo único que me molesta es la cobardía de personas que no están dispuestas a reconocer errores, nos financiamos irregularmente, sabíamos lo que estábamos haciendo». Con respecto a las pruebas, Bárcenas y su abogado no han podido, todavía, presentarlas ante el tribunal, debido a que el extesorero denuncia que el material le fue robado de su despacho en la trama Kitchen, aunque sostiene que «un amigo» guarda tres cajas con material que probaría la existencia de sobresueldos en negro. En este momento, el extesorero ha querido sentar distancias entre la anterior dirección del PP y la actual, con Pablo Casado al frente, ya que ha reiterado que la trama de espionaje se realizó durante la etapa de Mariano Rajoy.
Bárcenas ha afrimado que no tiene «ninguna animadversión» al partido y que actúa con la intención de colaborar con la Justicia, actividad que, sostiene, ha venido llevando a cabo desde 2013. «Si en este momento estamos sentados aquí y yo estoy pagando mis errores es gracias a mi declaración. Sin ella no estaríamos aquí», ha reprochado.
«Como era una merma salarial muy importante, la propuesta que recibe el tesorero es que, a partir de ese momento, para que no reciban menos retribución neta, había que complementar con fondos de la contabilidad extracontable», aclaraba Bárcenas.
En la jornada del lunes, Bárcenas acusó a Mariano Rajoy y a María Dolores de Cospedal de cobrar sobresueldos con los que sorteaban la ley de incompatibilidades, que impedía que cobraran por actividades al margen de la actividad política y que había reducido considerablemente sus ingresos.
El sistema de sobres fue, presuntamente, instaurado por el extesorero del partido Álvaro Lapuerta, el predecesor de Luis Bárcenas al frente de las cuentas del PP, quien planteó esta vía para cobrar los gastos de representación a la que la mencionada ley no daba acceso desde que formaban parte del Gobierno, en 1996. «Como era una merma salarial muy importante, la propuesta que recibe el tesorero es que, a partir de ese momento, para que no reciban menos retribución neta, había que complementar con fondos de la contabilidad extracontable», explicaba Bárcenas. Además, el tribunal ha rechazado la petición del abogado del extesorero de mantener un careo con Mariano Rajoy para discernir qué versión era la cierta.