La muerte de Alexei Navalni fue anunciada, el 16 de febrero, por las autoridades de la prisión conocida como Lobo Polar, cerca del Círculo Polar Ártico, donde Navalni estaba recluido desde finales del año pasado. Su familia culpa de su muerte al presidente ruso, Vladimir Putin, quien califica la acusación como «inaceptable». Durante la última década, Navalni se convirtió en uno de los mayores influyentes de la oposición rusa. Las calles y las redes sociales fueron el medio por donde millones de personas se involucraron en la lucha del opositor.
Según informa la agencia rusa TASS, Navalni fue acusado de «establecer una comunidad extremista», además de participar en ella. A su vez, se le imputó por el financiación y la promoción pública de estas acciones. Dichas actividades, según las acusaciones, estaban asociadas con la Fundación de Lucha contra la Corrupción (FBK, por sus siglas en ruso), una entidad fundada por Navalni, dedicada a investigar las acciones de políticos y empresarios.
«Voy a continuar el trabajo de Alexei Navalni y seguiré luchando por nuestro país», asegura Yulia Navalnaya.
En un vídeo publicado por Yulia Navalnaya, mujer de Nalvani, esta enfatiza que la mejor manera de honrar su legado es «luchar de manera más desesperada que antes». «Voy a continuar el trabajo de Alexei Navalni y seguiré luchando por nuestro país», sentencia. El mensaje dirigido a los partidarios de Navalni ha provocado manifestaciones y la detención de más de 400 personas. La mayoría de los arrestos ocurrieron en San Petersburgo, lugar donde las protestas son ilegales.
Я буду продолжать дело Алексея Навального. Продолжать бороться за нашу с вами страну. И я призываю вас встать рядом со мной. pic.twitter.com/aBOIvcYHHk
— Yulia Navalnaya (@yulia_navalnaya) February 19, 2024
Su rol en la oposición
Alexei Navalni comenzó su carrera en el año 2000 como locutor de radio y crítico político, hasta convertirse en uno de los rostros más importantes de la oposición.
«El régimen de Putin es un accidente histórico, no una inevitabilidad», decía Navalni.
El inicio de Navalni como voz influyente en la política rusa fue en 2008, al denunciar algunas acciones corruptas por parte del Estado. «El régimen de Putin es un accidente histórico, no una inevitabilidad», esperanzaba así a sus seguidores. Utilizó tácticas como convertirse en accionista minoritario de las principales compañías petroleras y bancos para realizar preguntas no usuales sobre irregularidades en las finanzas estatales.
Aun sin tener acceso a la televisión estatal, consiguió una mayor audiencia –mayoritariamente jóvenes– a través de las redes sociales y del boca a boca. De esta manera comenzó a captar la atención del público al denunciar las acciones de las élites rusas y al organizar protestas en la calle.
En 2013, se presentó como candidato a la Alcaldía de Moscú y obtuvo el 27%, a pesar de que en ese momento Putin ejercía un mayor control sobre el territorio.
Durante su campaña, Navalni promovió la estrategia de «voto inteligente» e instó a los ciudadanos a retirar su apoyo a Rusia Unida, partido de Putin, lo que resultó en la pérdida de representación del mandatorio ruso en Moscú. Esta estrategia demostró la capacidad de Navalni para movilizar a la oposición y desafiar el dominio político establecido en Rusia.
Años después, Navalni intentó postularse en las elecciones presidenciales, pero fue descalificado por un tribunal, que lo acusó de fraude. Asimismo, fue objeto de diversos cargos legales y periodos de encarcelamiento intermitentes.
Historial penitenciario
Navalni estuvo en prisión desde 2021 y en diciembre del año pasado fue trasladado a una colonia penal en Siberia, en la región ártica.
El periodo en el que estuvo, el opositor denunció las pésimas condiciones en las que se encontraba. A finales del mes, sus colaboradores alertaron sobre el empeoramiento de su salud por el trato recibido, la mala comida y la falta de atención médica.
Por un lado, fue condenado a casi cuatro años de prisión por violar las condiciones de una sentencia suspendida relacionada con cargos de malversación de fondos. Por otro lado, en febrero de 2022, Navalni enfrentó otro juicio, esta vez acusado de desviar millones de dólares de las donaciones destinadas a sus organizaciones políticas. Esto le costó nueve años de pena, hasta que, en agosto de 2023, su pena se extendió a 19 años por crear y financiar una organización extremista, lo que él negó rotundamente.
En 2022, se publicó un documental sobre Navalni, ganador de un Oscar. En él hablaba sobre la muerte: «Mi mensaje, si me matan, es simple: No se rindan». Navalni aseguró que su muerte tendría que utilizarse como un arma de esperanza y fuerza. «Lo único necesario para que el mal triunfe es que la gente buena no haga nada. Así que no os detengáis», afirmó.