Laura Hernández Torío, en representación del proyecto Alma de Carraovejas, visitó, el 27 de octubre, la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) para impartir un taller a los alumnos de Gastronomía.
Entre las preguntas que se plantearon en la actividad estuvieron «¿por qué estoy aquí?» y «¿para qué?». La primera lo relacionó con lo que satisface la mente, y la segunda, con lo que llena el corazón, por lo que se llegó a la conclusión de que esta última es la más importante y decisiva en la vida.
Hernández Torío además hizo una dinámica en grupos, en la que realizó las siguientes preguntas: «¿Qué es el éxito para vosotros?» «¿Qué es el talento para vosotros?»
Tras analizar las preguntas, fue una por una para darles una respuesta general. La primera no tiene una respuesta ni definición oficial, depende de lo que cada uno considere, pero ella plantea que es progresar en la vida, conocerse a uno mismo, adaptarse a tus estados de ánimo y entender a los demás. La segunda es aquello que sale solo, ya que sin motivación no se puede desarrollar el talento.
El objetivo que tenía con esta dinámica era que loa alumnos se dieran cuenta de que por mucho talento u éxito que tengan en su vida personal, no lo pueden hacer solos. Necesitan buscar a aquellos con los que van a poder contar siempre, sus «compañeros de abrazo».
Hernández Torío reprodujo un vídeo que trataba sobre qué es realmente tener un propósito en la vida y motivó a los alumnos a buscar el de cada uno. El propósito es aquello que conlleva sacrificios y tiempo.
En el taller se analizó cómo encontrar tu propósito: lo que amas (misión), lo que el mundo necesita (vocación), por lo que te pagan (profesión), en lo que eres bueno (talento). El propósito es un camino, la vida da muchas vueltas.
Hernández Torío añade que, una de las cosas más importantes para avanzar en la vida es tener confianza en uno mismo, de esta manera luchas por lo que quieres. La confianza es la base de todo, o de la gran mayoría en esta vida. Aunque, cada persona es diferente y no todos harán las cosas de la misma manera, pero eso no quiere decir que sea algo malo, sino simplemente diferente.
Hernández Torío explicó que el ser humano es una obra en constante proceso de construcción, la cual posiblemente nunca termine de realizarse, a no ser que uno mismo quiera terminarla. Cada persona debe tener en su vida las conocidas tres “p”: propósito, persistencia y pasión.