Escrito por Carmen Enamorado y Javier López-Cuervo
La Audiencia Nacional, encargada de juzgar asuntos terroristas, ha solicitado un examen psiquiátrico de Yassine Kanjaa, autor del ataque en Algeciras que acabó con la vida del sacristán Diego Valencia e hirió a dos sacerdotes, el pasado 25 de enero. Según compañeros de piso de Kanjaa, este abandonó Marruecos con 22 años y había tenido problemas de agresividad desde entonces. Además, destacan que el agresor tuvo un cambio radical: «Hace uno o dos meses dejó de beber alcohol y de fumar, empezó a rezar, al principio pensábamos que iba a estar mejor, pero se puso cada vez más agresivo, más paranoico y más raro». «Pensé en llamar a la Policía, ahora me arrepiento», ha reconocido uno de ellos.
Ninguno de los compañeros fue testigo de su marcha previa a la agresión. Lo único que escuchó uno de ellos fueron gritos diciendo «No hay más Dios que Alá». Durante el interrogatorio, el agresor afirmó que días anteriores «veía cosas en su cabeza» y que él es «un mensajero que salió a atacar a los enemigos de Alá». Según fuentes del Ministerio del Interior marroquí, Yassine Kanjaa recibió tratamiento en un centro psiquiátrico de Tánger, hace años.
“El chaval no está bien, consumió muchas drogas, las dejó y empezó a rezar”, afirma un compañero de piso de Kanjaa.
Yassine Kanjaa ha declarado en el sumario judicial abierto por presunto yihadismo. Antonio Rodríguez Lucena, vicario de la Iglesia de San Isidro, quien fue intervenido en urgencias tras ser apuñalado por Kanjaa, es uno de los 16 testigos que el juez Joaquín Gadea ha citado para tomar declaración. El fiscal, Emilio Miró, imputa al atacante delitos de asesinato terrorista, de intento de asesinato y de lesiones.
El pasado 22 de enero, Yassine Kanjaa asesinó al sacristán Diego Valencia y dejó a cuatro heridos en la iglesia de San Isidro del municipio gaditano de Algeciras. Al grito de “¡Alá!”, el agresor, de nacionalidad marroquí, mató con un machete a su víctima, después de haber discutido con los feligreses del templo y amenazarles con que debían seguir la religión islámica.
Ataque en dos iglesias de Algeciras
Yassine Kanjaa llegó a las 19:00 horas a la Iglesia de San Isidro, donde, 20 minutos después, apuñaló en el cuello y en el hombro a Antonio Rodríguez, el párroco que intentaba disuadirle de golpear las imágenes sagradas del templo. El asesinato del sacristán Diego Valencia se produjo en la iglesia de La Palma, a escasos 200 metros de la primera. Kanjaa entró y comenzó a tirar al suelo crucifijos, símbolos y velas, por lo que el sacristán corrió a frenarlo.
Agentes de la Brigada Provincial de Información y de la Comisaría General de Información (CGI) se hicieron cargo del asesino, que fue detenido después de intentar huir. La Policía declaró que el agresor no tenía antecedentes.