La música influye en el comportamiento humano, según diversos estudios

- CULTURA - 1 de abril de 2025
Mia y Sebastian bailando en 'La La Land'. Vía X: @Lulamaybelle

La música no es una creación reciente de la sociedad moderna y occidental, sino que surgió como consecuencia de la aparición del lenguaje y por la necesidad de generar sonidos y melodías. Desde entonces, ha avanzado en el tiempo hasta la aparición de la música clásica (s.XVIII), cuando empezó a evolucionar con su estudio y la posterior creación de los pentagramas. Como resultado de ello, aparecieron los grandes compositores que marcaron una época, como Händel, Bach, Mozart, Wagner, Beethoven… y que aportaron innovaciones que a día de hoy siguen sorprendiendo. Por ende, se considera a la música como única porque produce sentimientos que conmueven al ser humano. A raíz de esto, se han realizado diversas investigaciones sobre si la música produce un cambio o no en la manera de actuar del hombre.

La medicina y la destrucción

Para numerosas personas, debido a su belleza y atractivo, la música es una obsesión que puede convertirse en una droga y más, gracias a la aparición de plataformas como YouTube y Spotify. Por ejemplo, según un estudio de la Universidad de Leiden, la música alivia la depresión en pacientes con demencia y puede mejorar los problemas conductuales. Existen diversos ejemplos de canciones científicamente probadas que son capaces de reanimar a una persona cuando está en depresión, como Don’t stop me now, de Queen, considerada la canción más motivadora de la historia. También se pueden mencionar otras como Eye of the tiger, de Survivor, o Dancing Queen, de ABBA. En cuanto a los factores cerebrales, escuchar música clásica o géneros cuyas letras transmiten sentimientos profundos, como el rock o el soul, mantienen una mente más limpia y clara y un cerebro activo, por tanto son los géneros más recomendables. El techno y sobre todo el reguetón producen el efecto contrario, ya que crean en las personas una mayor tendencia a la agresividad y disminuyen las capacidades cognitivas y de razonamiento, según estudios de Finlandia (Universidad de Jyväskylä y el AMI Centre de la Universidad Aalto), del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (Santa Cruz de Tenerife) o del desarrollador de software estadounidense Virgil Griffith, entre otros.

Los resultados son idénticos: las neuronas se reducen al escuchar estos géneros y el coeficiente intelectual de sus oyentes acaban siendo de los más bajos de la sociedad. La explicación de los expertos está en las letras, las voces y el ritmo. En dicha música urbana, el ritmo es muy parecido, los cantantes tienen la voz modificada y en las letras se habla principalmente de sexo, utilizando palabras malsonantes e inventadas. Sin embargo, en la música clásica, el rock y el soul, se cuentan historias que son diferentes entre sí y que aportan una enseñanza, transmiten sentimientos y donde apenas se hace uso de la producción.

Un símbolo cultural y su actual situación

Dado que la música es un arte y todo arte se considera subjetivo, hoy en día, los expertos musicales advierten del relativismo que está empezando a rodearla, lo que para ellos supone un peligro. En los últimos años, la música ha sido llevada al cine en películas como Whiplash, Soul o La La Land. En ellas, no solo se ha mostrado su significado sino también su poder, a través de las melodías o el color para captar las emociones de los personajes. En el caso de La lista de Schindler, mediante su banda sonora, se genera empatía por parte de los espectadores hacia los que sufrieron el Holocausto, tomando conciencia de la gravedad de los hechos. La música no solo está en el cine, sino en el día a día, es decir, también está en la radio de un coche, en una reunión de amigos o en el himno de un país.

No obstante, cada vez se exige una mayor cantidad de música a los artistas. Este hecho, lo resume un dato de un artículo publicado recientemente en El País: cada día, la plataforma Deezer, semejante a Spotify, recibe en torno a 150.000 temas, que se considera una cifra muy alta, aunque no implica que sean solo canciones. Sin embargo, el 78% de esas publicaciones apenas se escuchan porque la sociedad se dirige cada vez más a lo comercial. De hecho, la media de duración de escucha constante de una canción con millones de reproducciones, no supera los 18 meses. En 2023, en ABC, psicólogos como María Roca o Ángel Rull fueron preguntados sobre la sociedad actual en este sentido. Ambos coincidieron en que ahora se vive en una era impaciente que realiza juicios muy rápido, donde no hay lugar apenas para las reflexiones. Por último, Raymond Pastore, psicólogo de la Universidad de Carolina del Norte, añadió además que cada vez la capacidad de retención de las personas es menor.

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