Una vida sin alcohol era, prácticamente, impensable hace 10 años. Ahora, las nuevas generaciones, más informadas y preocupadas por su salud mental y física, alardean de su sobriedad en redes sociales y llevan un estilo de vida más sano y sin alcohol.
Los jóvenes consumen menos alcohol que nunca. Estudios de Health Behaviour in School-aged Children (HBSC), junto con la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) indican que solo el 8% de los jóvenes toman alcohol cada semana, una tercera parte de los que tenían su edad hace 15 años. El 76% no toma más de 3 o 4 copas porque pueden causar problemas en su salud, tanto físicos como mentales.
Estudios realizados en Reino Unido muestran que el 26% de los adolescentes entre los 15 y los 20 años no consumen nada de alcohol. En generaciones anteriores, que actualmente tienen entre los 50 y los 65 años, tan solo el 15% eran completamente abstemios. Otro estudio realizado en 2020 indica que el porcentaje de universitarios que no beben alcohol ha crecido del 20% al 28%, en menos de una década.
La presión social, enemiga de los abstemios
Andrea Garvía, universitaria, es abstemia y nunca se ha sentido presionada a beber, a pesar de que otros universitarios afirman que lo pasan mal en las fiestas por no querer hacerlo.
“La decisión de ser abstemia la tomé hace tiempo ya, nunca he necesitado el alcohol pera nada en mi vida, y no voy a dejarme influenciar por lo que hagan los demás. Beber nunca me llamó la atención y no es algo que necesite para disfrutar de una buena fiesta o una tarde con amigos».
Garvía asegura además, que nunca se ha sentido desplazada por el hecho de no consumir alcohol en su día a día:
“No me he sentido desplazada por mis amigos, pero sí que ha habido miradas entre mis compañeros y no solo mis compañeros, también camareros en discotecas, que piensan que seguramente es raro que alguien joven no beba y, en lugar, de pensar que es por decisión propia sea por enfermedad».
Garvía añade también que disfruta de su tiempo de ocio de la misma forma que lo disfrutan sus amigos:
“Disfruto igual o mejor de mi tiempo de ocio, ya que no necesito del alcohol para poder pasármelo bien. Beber alcohol, aparte de ser malo para uno mismo, te priva de muchas sensaciones que a lo mejor por estar bebido no disfrutas o incluso ni recuerdas. He vivido una vida muy feliz sin necesitar alcohol, ¿por qué tendría que incluirlo en mi vida si nunca me ha hecho falta ni he necesitado ahogarme en el?»
Andrea Garvía enfatiza: «Es complicado ser abstemio si eres una persona joven, estás rodeada de personas que beben para divertirse y lo ven normal. Lo único que hay que hacer es entender y comprender las decisiones de los demás aunque no compartas sus opiniones».
Tendencias y retos para la sobriedad
Los adolescentes de hoy no solo disfrutan de una vida sana y sin alcohol, sino que lo compartes en las redes sociales. Ya hay hashtags para conocer de trends y ejercicios para ser conscientes del alcohol que se consume.
A lo que se quiere llegar con el hashtag #alcoholfree es que no se necesita haber sido adicto al alcohol para querer estar limpio.