Ucrania y la Unión Europea celebraron, la semana pasada, en Kiev una cumbre para mostrar el apoyo comunitario al Gobierno ucraniano. Además, en el encuentro, el presidente Volodimir Zelenski reiteró el deseo de que, en un plazo de dos años, su país ingrese en la UE
Asimismo, el 9 de febrero, el presidente de Ucrania visitó, por primera vez desde el inicio de la invasión rusa (24 de febrero de 2022), una institución europea. Zelenski asistió a la reunión del Consejo Europeo, donde escenificó un encuentro con los líderes de todos los estados miembros. También estuvieron presentes Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo; Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; y Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.
La intención del presidente ucraniano de entrar en la Unión Europea no es ninguna novedad. El día 20 de febrero de 2022, Ucrania ya se postuló como candidata a entrar en la Unión. Sin embargo, han sido numerosos los pronunciamientos por parte la Comisión Europea para dejar claro que Ucrania deberá seguir el recorrido que se ha requerido al resto de estados miembros.
Los avances han sido pocos. De hecho, se conocen dos. A Ucrania le fue concedido el estatuto de país candidato a la UE, en junio de 2022, y Zelenski está llevando a cabo esta semana la primera reforma interna para favorecer la imagen de Ucrania. Las medidas anunciadas ponen el foco en reducir la corrupción en las instituciones políticas del país, que han sufrido este problema durante décadas. Para comprender la magnitud de las reformas y el compromiso del Gobierno ucraniano contra la corrupción política se puede observar la destitución del ministro de Defensa. Oleksii Reznikov llevaba un año en el cargo y, actualmente, está siendo investigado por posible malversación de fondos públicos por la fiscalía anticorrupción.
Sin embargo, a Ucrania todavía le queda camino para llegar al punto en el que la UE comience a gestionar su entrada. El proceso implica una transformación profunda del Estado ucraniano. El último país en unirse, Croacia, tardó 10 años desde que solicitó su entrada, en 2003, hasta que la obtuvo, en 2013.
Para entrar en la UE, se deben cumplir los conocidos como Criterios de Copenhague, que se establecieron en 1993. En este acuerdo se indica que, para que un Estado pueda pasar a ser miembro, se debe contar con «instituciones estables que garanticen la democracia y el Estado de derecho». Además, también se debe tener en cuenta que la economía de mercado funcione. Por último, los criterios dejan por escrito que el país candidato debe poder aplicar de forma eficaz en todo su territorio las reformas que la UE obligue a adoptar.
Precisamente por este último punto, Ucrania va a verse en una situación compleja. En primer lugar, la guerra pone en tela de juicio la soberanía del Gobierno ucraniano sobre los territorios del este que están siendo atacados por Rusia (Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia).
Sin embargo, la implicación de la UE en el conflicto ruso-ucraniano es una muestra de la voluntad que existe para que el país atacado pueda avanzar en sus reformas. Actualmente, la posición de la OTAN es la de que Ucrania no ceda nada de su territorio. El apoyo internacional busca garantizar la eficacia del Gobierno de Zelenski en todo el país. Además, las medidas adoptadas por el presidente buscan garantizar la transparencia de las instituciones, que es imprescindible para alcanzar el pleno Estado de derecho.