“Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, dice el artículo 3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. A raíz de esta cuestión, un Estado detalla sus propias leyes de seguridad y cuenta con cuerpos entrenados para defender este derecho del ciudadano. En España, la norma que aplica este aspecto está en disputa, pues la coalición formada por PSOE y Podemos ha presentado el proyecto de reforma de la Ley de Protección de Seguridad Ciudadana aprobada, en 2015, durante el mandato de Mariano Rajoy.
La seguridad de la persona es un derecho porque supone un requisito necesario para el adecuado desarrollo del individuo. Así lo explica el psiquiatra del Centro de Salud Mental de Usera (Madrid), Ignacio Mearín: “En el desarrollo psicológico sano de cualquier niño, la aportación desde el entorno de un ambiente seguro, confiable y acogedor, es básico. En personas adultas un entorno amenazante puede ir socavando los mecanismos psicológicos sanos, provocando un declive paulatino de la seguridad personal, la autoestima, la confianza y la capacidad de autonomía y gestión”.
Los principales cambios
La nueva norma realiza modificaciones en algunos puntos clave de la anterior ley. El nuevo texto pasará el trámite parlamentario pertinente y será publicada en el Boletín Oficial del Estado. Representantes de numerosos cuerpos policiales han mostrado su rechazo a dicha reforma y se han convocado manifestaciones para protestar.
Uno de los principales cambios es el tiempo máximo de retención de las personas que se nieguen o no puedan identificarse ante las autoridades, que se reduce de seis horas a dos horas. Transcurrido este tiempo, los detenidos serán devueltos al lugar donde se haya producido el arresto. Además, con la modificación se busca eludir los cacheos humillantes, así como los desnudos. Se incide también en la necesidad de hacer dichos actos policiales en un lugar reservado.
En segundo lugar: las manifestaciones espontáneas no tendrán que ser comunicadas previamente. No obstante, esta modificación choca con el artículo 21.2 de la Constitución. Otro de los cambios que más controversia ha generado es la prohibición de usar pelotas de goma para disolver a la multitud, en casos extremos, pues el Ejecutivo defiende que se busca evitar daños graves.
Uno de los aspectos que más ha molestado al conjunto de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado es la eliminación de la presunción de veracidad de los policías. De ahora en adelante, el atestado que redacta el agente solo será válido si los hechos descritos en él son “coherentes, lógicos y razonables, salvo prueba en contrario”.
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Sábado #27NMadrid
????11:30Salida:Puerta del Sol
MADRID❌ No a esta reforma #NoALaInseguridadCiudadana
Nos afecta a TODOS
FCS y SOCIEDADTe esperamos pic.twitter.com/ZA3hv35LtN
— jusapol (@jusapol) November 20, 2021
Grupos como Jusapol (asociación española formada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil) han convocado manifestaciones para mostrar su rechazo. En su comunicado, animan a todos los cuerpos de seguridad a participar en el movimiento bajo el lema: “No a la inseguridad ciudadana”.
La seguridad, un derecho del ciudadano
La seguridad del ciudadano es un derecho fundamental, tal y como especifica el artículo 17 de la Constitución española: “Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad”. Sin embargo, en numerosas ocasiones se convierte en un privilegio, tal y como se comprueba al comparar el índice de criminalidad y seguridad entre países.
Daniela Saavedra, estudiante colombiana en Madrid, ha contado cómo vive este contraste entre Bogotá (ciudad de residencia habitual) y la capital de España: “En Colombia, caminando por la calle sientes un temor constante, no solo porque te puedan robar, sino también porque puedan matarte al intentar robarte. Incluso cuando voy conduciendo, la inseguridad está constantemente presente”. Según el ranking publicado en el estudio Índice Global de Crimen Organizado de 2021, realizado por Gitoc (Global Initiative Against Transnational Organized Crime), Colombia es el segundo país con más criminalidad, detrás de la República Democrática del Congo.
Las reacciones psicológicas a un problema de seguridad son diversas. Sin embargo, el psiquiatra Ignacio Mearín destaca el problema de la desconfianza en los recursos propios. No solo por el hecho de que limita el natural deseo de experimentación y aprendizaje, sino también porque afecta a la libertad individual: «Se ve cercenada desde el exterior, y la fragilidad consecuente hace que seamos más proclives a mimetizarnos con conductas grupales o a aceptar ideas o visiones externas por pura supervivencia, sin ser capaces de mantener una visión crítica y personal”. El síndrome de Estocolmo sería un caso extremo de esta reacción psicológica.
«Vas en un taxi y llegado a un punto se suben en la parte de atrás dos hombres y te obligan a vaciar todas tus cuentas, te llevan al cajero y te obligan a darles todo tu dinero”, declara Daniela Saavedra.
La estudiante Daniela Saavedra explica que uno de los aspectos que más agradece de vivir en Madrid es poder ir por la noche a los sitios andando o en transporte público. La realidad que vive ella en Colombia es muy distinta, pues se ve obligada a ir siempre en taxi. Sin embargo, ni siquiera de esta forma se siente segura: “Incluso yendo en taxi siento miedo, pues ahora están usando estos medios para robar o violar. Lo que, por ejemplo, se conocen como los «paseos millonarios»: vas en un taxi y llegado a un punto se suben en la parte de atrás dos hombres y te obligan a vaciar todas tus cuentas, te llevan al cajero y te obligan a darles todo tu dinero”.
El psiquiatra Ignacio Mearín explica a Mirada 21 que un sentimiento de inseguridad constante puede desembocar incluso en cuadros depresivos o embotamiento emocional, debido a que los sistemas de reacción terminan por agotarse. Asimismo, destaca las principales consecuencias que estas situaciones estresantes recurrentes pueden producir en el desarrollo de una persona: “Se pierde la estabilidad emocional básica para poder crecer, experimentar, crear, relacionarse, sentir… y se disminuye el abanico de estados mentales y emocionales a los propios de la supervivencia, más primitivos, desconfiados o egoístas”.
Este sentimiento de constante incertidumbre es uno de los motivos que impulsa a Daniela Saavedra a mudarse en un futuro: “Es algo que obviamente hacen que yo tome la decisión de irme a otro país donde pueda sentirme más tranquila, donde no tenga que sentir el miedo de que en cada esquina puedan no solo robarme, sino también matarme”.