Un segundo paciente, sin rastro del VIH en su organismo

- Desmarcar - 13 de marzo de 2019

El VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana) se aloja en las células sanas del cuerpo y ataca al sistema inmunitario, destruyendo las defensas del organismo.

Timothy Brown, también conocido como el paciente de Berlín, fue la primera persona infectada con el virus del VIH que consiguió que este desapareciese de su organismo, al menos desde 2010, cuando dejó de tomarse los antirretrovirales y no ha vuelto a aparecer hasta la fecha.

Años más tarde, los científicos han vuelto a conseguirlo, aunque de momento no quieren asegurarlo al 100%, ya que este nuevo paciente lleva tan solo unos meses sin tomarse la correspondiente medicación y existe una “reserva” de células infectadas en el cuerpo que se quedan ocultas, preparadas para volver a atacar al organismo.

Este nuevo paciente, al igual que Timothy Brown, fue intervenido porque tenía cáncer en la sangre y no estaba dando resultados la quimioterapia que recibía.

Debido a esta situación, vieron necesario un trasplante de células madre, que destruyó sus células sanguíneas para sustituirlas por las del donante.

Aunque este paciente no presentaba una copia defectuosa del gen CCR5 Delta 32 (miembro de la familia de receptores de quimiocinas beta de las proteínas integrales de membrana), las células madre que le trasplantaron sí que poseían esta mutación. Los médicos que le atendieron en uno de los hospitales de Londres esperaron 16 meses antes de retirarle el tratamiento antirretroviral y, desde entonces, ya lleva 18 meses sin que el virus haya dado señales de su existencia.

Pese a la aparición de un nuevo caso fructífero, los expertos siguen resaltando que las técnicas utilizadas con los dos pacientes no son extrapolables a todos los portadores del VIH, y afirman que para nada es posible un trasplante de médula ósea para curar el VIH. Así lo ha explicado el director de IrsiCaixa, Bonaventura Clotet: “Este tipo de trasplante es un procedimiento de alto riesgo y solo está recomendado para enfermedades hematológicas graves. No tiene sentido someter a riesgo de muerte a un paciente con una esperanza de vida normal con VIH, solo para decir que se ha curado del virus”.

Los médicos afirman que no solo influye el trasplante y la existencia de la mutación mencionada anteriormente. También puede ayudar a la desaparición del virus un síndrome conocido como el síndrome del injerto contra el huésped, ya que lo que sucede es que las células sanas del donante atacan a las células infectadas del receptor.