La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha publicado una nota en la que se posiciona ante la inminente aprobación, este jueves, en el Congreso de los Diputados, de la Ley de Eutanasia y Suicidio Asistido. Los obispos españoles lamentan que la tramitación de la norma se haya hecho «de manera sospechosamente acelerada, en tiempos de pandemia y estado de alarma, sin escucha ni diálogo público«.
La Iglesia española considera que la Ley Orgánica que, previsiblemente, será aprobada esta semana «instaura una ruptura moral», ya que supone «un cambio en los fines del Estado: de defender la vida a ser responsable de la muerte infligida». Además, según la nota de la CEE, la propuesta «hace juego con la visión antropológica y cultural de los sistemas de poder dominantes en el mundo».
Además de criticar la nueva legislación, los obispos insisten en la necesidad de reforzar el papel de los cuidados paliativos en el sistema nacional de salud, ya que estos «ayudan a vivir la enfermedad grave sin dolor», y cuya falta «es también una expresión de desigualdad social». Llama la atención de la CEE que la nueva ley se saque adelante en el contexto de la pandemia mundial, un tiempo «que ha puesto de manifiesto la fragilidad de la vida» y la importancia de la sanidad pública. Por eso, según la Iglesia española, «la muerte provocada no puede ser un atajo» que permita al sistema «ahorrar recursos humanos y económicos en los cuidados paliativos y el acompañamiento integral».
La nota recuerda también la experiencia de otros países con este tipo de regulaciones. «La eutanasia incita a la muerte a los más débiles», afirman los obispos, ya que «al otorgar este supuesto derecho, la persona, que se experimenta como una carga para la familia y un peso social, se siente condicionada a pedir la muerte cuando una ley le presiona en esa dirección».
En un mensaje dirigido a los católicos españoles y a quienes quieran unirse, la Iglesia convoca una jornada de ayuno y oración para este miércoles 16 de diciembre, con el objetivo «de pedir al Señor que inspire leyes que respeten y promuevan el cuidado de la vida humana». La CEE recuerda, además, las palabras del papa Francisco: «La eutanasia y el suicidio asistido son una derrota para todos».