La Comisión Europea multó la semana pasada a Google con 1.490 millones de euros por «abusar de su posición dominante» con su negocio publicitario. Según la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager, la multinacional impuso restricciones a terceras empresas, a través de su plataforma AdSense for Search. Es la tercera sanción que recibe Google en menos de dos años, y la suma total alcanza ya los 8.250 millones.
AdSense es un producto que pertenece a Alphabet y que permite a los editores de páginas web obtener ingresos mediante la colocación y posicionamiento de anuncios.
Según Bruselas, la multinacional estadounidense controla el 90% de las búsquedas y el 75% de la publicidad en Internet. La Comisión Europea considera que Google ha usado este dominio para abusar e incumplir las normas comunitarias antimonopolio, a través de AdSense. «Google ha consolidado su domino online y se ha protegido de la presión competitiva mediante la imposición de restricciones contractuales anticompetencia a sitios web de terceros», afirmó Vestager en una comparecencia.
Margrethe Vestager ha justificado la multa por tres razones. La primera es que en 2006, Google incluyó una cláusula de exclusividad en sus contratos con las páginas web. De este modo, los editores que usaban AdSearch tenían prohibido posicionar publicidad de la competencia.
A partir de marzo de 2009, Google sustituyó las cláusulas de exclusividad con otro servicio llamado Ubicación Premium. Este nuevo concepto obligaba a las empresas que utilizaban AdSearch a reservar los mejores espacios de publicidad a Google. Como consecuencia, los competidores de la multinacional quedaron relegados a posiciones menos visibles. Además, Google obligó a los editores a tener un mínimo de sus anuncios en las páginas web.
Ese mismo año, la empresa norteamericana incluyó cláusulas en el contrato que daban la potestad a Google de aprobar la colocación de anuncios de las páginas web. Gracias a esto, la multinacional podía determinar hasta el color y el tamaño de las imágenes de la publicidad de los competidores.
La tercera multa
En tan solo dos años, la Comisión Europea ha multado tres veces a Google por infringir las normas antimonopolio. Esta última ha sido la más baja de todas las sanciones de Bruselas. La primera fue impuesta en 2017 y ascendió hasta los 2.420 millones. La Comisión de Competencia encontró indicios de que la multinacional favoreció su servicio Google Shopping sobre los competidores.
Un año después, la Comisión Europea sancionó a Google con una segunda multa, de 4.340 millones de euros, por las restricciones que aplicaba a los fabricantes de Android. Google ha recurrido ambas sanciones y se desconoce si lo hará también con la última.