El Senado aprueba la Ley de Memoria Democrática

- ESPAÑA - 29 de octubre de 2022
Una de las reformas de la ley es el nuevo nombre del Valle de los Caídos, que pasa a ser el Valle de Cuelgamuros. Foto: Flickr: Contando Estrellas

El Gobierno de España ha aprobado, definitivamente, la Ley de Memoria Democrática, que, según La Moncloa, “condena por primera vez el golpe militar de julio de 1936 y la dictadura franquista”. La ley, tal y como explican, estriba en “los principios de verdad, justicia, reparación y garantía de no repetición”, y reivindica “la Transición y los valores democráticos”.

Primo de Rivera
La aprobación de esta ley implica una serie de movimientos que conciernen asimismo a las tumbas de José Antonio Primo de Rivera y Gonzalo Queipo de Llano –enterrado en Sevilla–. Los familiares del primero, que también será exhumado, han pedido que el proceso de extracción del cuerpo se realice con discreción. “El proceso de exhumación debe permanecer y permanecerá dentro de la estricta intimidad familiar, sin que pueda convertirse en una exhibición pública propensa a confrontaciones de ninguna clase entre españoles”, destaca un comunicado emitido por la familia.

El Gobierno agradece la “predisposición” de la familia para el movimiento de los restos. Los descendientes de Primo de Rivera, no obstante, han exigido que el político se inhume en un cementerio católico. El fundador de la Falange podrá ser enterrado en la cripta de Cuelgamuros, al ser “una víctima de la Guerra Civil”. Además, se “trabajará para que las más de 100 familias que han pedido encontrar los cuerpos de sus familiares puedan darles la sepultura que desean”.

Esta va a ser la quinta vez que se cambian de lugar los restos de Primo de Rivera, por lo que la familia asegura que, aunque “José Antonio siga manteniendo el sitio preeminente que le corresponde en la memoria de muchos españoles”, el político “no puede ser objeto de más humillaciones”.

Una variación significativa establecida en la ley está en el cambio de nombre del Valle de los Caídos para adaptarse a su nueva forma: Valle de Cuelgamuros. Además, la nueva política permite que los hijos y nietos de los exiliados por la dictadura puedan acceder a la nacionalidad española. En una carta dirigida al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, el Centro de Descendientes de Españoles Unidos ha mostrado su agradecimiento y aseguran que “lloran de alegría”.

Bolaños ha afirmado que se trata de un paso histórico para la democracia española. “Pasamos definitivamente página de la etapa más negra de nuestra historia, de la dictadura y de la Guerra Civil, y abrazamos y reivindicamos lo mejor de nuestra historia, a las personas que lucharon por la democracia, por la Transición, por la Ley de Amnistía (de 1977) y por la Constitución”, ha añadido.

Los puntos que ha destacado el Gobierno persiguen un avance en cuatro ámbitos: verdad, justicia, reparación y deber de memoria como garantía de no repetición. El Estado se compromete en la “búsqueda e identificación de desaparecidos e impulso de las exhumaciones”, la “preservación de documentos y acceso a los archivos”, así como a ilegalizar las sentencias y tribunales franquistas, y a investigar las supuestas violaciones de derechos humanos en la guerra. También, se revisará el material escolar relativo al periodo de Transición y sus años posteriores, y se eliminarán los títulos y medallas de los políticos involucrados en el franquismo. De hecho, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ya ha retirado las medallas al Mérito en el Trabajo a Francisco Franco y a otros nueve personas.

Desde la oposición al Gobierno, el Partido Popular (PP) y Vox han prometido derogar la ley si llegan al poder, y tildan esta nueva política de “traición” y de “miserable”.

Javier Cervera, historiador especializado en la Guerra Civil
“Siendo hijos de nuestra historia (los tres años de contienda, el franquismo y la Transición), sin la Guerra Civil no podríamos entender al español contemporáneo”, asegura Javier Cervera, historiador especializado en la Guerra Civil española y profesor de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV).

Cervera no duda en recalcar que el “rencor” sigue siendo palpable. “No puede haber paz por encima de la justicia y es lo que pasó en los años 20 y 30, que hubo mucho pacifista que separaba la paz de la justicia, y eso no existe”, agrega.

Javier Cervera opina que algunos buscan “hacer negocio” únicamente y que, en ciertos casos, el periodismo de la guerra no trasciende más allá de la “propaganda”.

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