“Estamos aquí para ayudarte a vivir hasta que mueras”

- Desmarcar - 15 de febrero de 2021
El presidente de la Asociación de Bioética de Madrid, José Jara Rascón, en una de las mesas redondas del seminario. FOTO: Cristina Camacho.
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Redactada por Paula Burgos y Cristina Camacho

“El uso de la compasión se usa de una manera retorcida”, así comenzó el seminario sobre la ley de la eutanasia en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), iniciado por el decano de la Facultad de Medicina, Fernando Caballero. Los expertos recalcaron, desde el principio, la importancia del cuidado y el acompañamiento a aquellos enfermos que sufren. 

Caballero introdujo el tema con el ejemplo de Suiza, ya que cuando se aprobó la ley de suicidio asistido en este país, solo se podía aplicar a enfermos irrecuperables en fase incurable y mortal de muy corto plazo, pero un año después, se incluía a pacientes psiquiátricos.

La primera mesa redonda se tituló Afrontando el sufrimiento insoportable. Fernando Caballero comenzó leyendo frases célebres sobre lo que significa el sufrimiento, definido por filósofos a lo largo de la historia. “El sufrimiento se produce cuando hay una ausencia de todo refugio, es estar acorralado”, señaló. Hacen falta varias condiciones para llegar al sufrimiento, como la pérdida de un bien, de una persona… “Uno de los fines de la medicina es el alivio del dolor y del sufrimiento”, subrayó Caballero.

Álvaro Gándara del Castillo trabaja en cuidados paliativos y es vocal del Comité Nacional de Bioética en España. “La causa de solicitar una eutanasia es un sufrimiento, la mayoría de las veces, no bien tratado”, explicó Gándara del Castillo. 

“Estamos aquí no para ayudarte a morir, sino para ayudarte a vivir hasta que mueras”, expresó Gándara del Castillo.

Gándara del Castillo manifestó que los cuidados paliativos buscan el último periodo de la enfermedad y ayudar a servir de la forma más digna y con el menor sufrimiento posible. “La clave es tener una actitud compasiva hacia el que sufre; acercarnos al paciente y escucharle, acompañarle”, afirmó. Gándara del Castillo aseguró que se debe “educar en valores para los futuros médicos, porque es muy importante antes que ser médico, primero, ser persona”. “Estamos aquí no para ayudarte a morir, sino para ayudarte a vivir hasta que mueras”, añadió.

“Hay que educar en valores para los futuros médicos. Antes de ser médico, hay que ser, primero, persona», aseguró Álvaro Gándara del Castillo. FOTO: Cristina Camacho.

Marina Díaz Marsá, psiquiatra y presidenta de la Sociedad de Psiquiatría de Madrid, explicó que las enfermedades mentales debutan en la adolescencia. «La falta del sentido de la vida duele más en una persona joven, la mayoría de veces, por sentirse incompetente, tener un vacío existencial». «El suicido es un problema de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud, es una de las primeras causas de muerte entre las personas de 15 y 44 años”, confirmó Díaz.

“El sufrimiento insoportable depende de muchas cosas, pero si alguien lo tiene, ¿vamos a ayudarle a morirse, o vamos a intentar contagiarle el sentido de la vida?”, preguntó Díaz Marsá.

La psiquiatra explicó que la Sociedad Española de Psiquiatría habla de la eutanasia en el entorno de la psiquiatría y afirma que alguien que tiene una depresión, si es psicótico, si tiene un trastorno de personalidad no está capacitado para solicitar ciertas cosas porque es esclavo de sus propios síntomas, por ello habría que hacer una evaluación psiquiátrica a todo paciente que solicita la eutanasia. «El sufrimiento insoportable depende de muchas cosas, pero si alguien lo tiene, ¿vamos a ayudarle a morirse, o vamos a intentar contagiarle el sentido de la vida?», preguntó.

La segunda mesa redonda llevó por título Experiencias y consecuencias de la eutanasia. Según José Jara, presidente de la Asociación de Bioética de Madrid, los debates sobre este tema son sobre el derecho o la autodeterminación de los pacientes. Por ello, presentó datos y estudios para mostrar la experiencia de otros países. “Hemos creído que en esta mesa sería muy importante hablar mucho más de ello, que de teorías”, señaló. 

José Manuel Álvarez, autor de La muerte digna. El gran dilema, afirmó que una forma válida de abordar el conocimiento y lo que pueda acontecer en un futuro es profundizar en lo que otro ha experimentado. Por ejemplo, en Países Bajos comenzaron a ser prácticas toleradas al existir sentencias judiciales que dejaban sin condena los casos de eutanasia.  Álvarez aseguró que esto sucedía porque el foco estaba puesto en el conflicto del deber, de no violar el derecho penal, frente al deber médico de intentar hacer todo lo posible para aliviar el sufrimiento del paciente. 

Los datos oficiales que enseñó Álvarez afirman que en el campo de la comisión de control no están incluidos los casos donde no se cumplen los requisitos para la eutanasia. Además, determinó que entre el 4 y 6% del total del número de personas fallecidas en Países Bajos habían sido por la eutanasia. Allí, el número total se ha estabilizado después de un crecimiento muy importante. En Bélgica, el número de eutanasia notificadas aún no ha formado una meseta. 

En Países Bajos, solo el 7% de los médicos se oponen a la eutanasia.

Álvarez también aseguró que la mayoría de la población belga ya considera la eutanasia como un derecho fundamental. También hay una aceptación de los procesos eutanásicos, el 75% de los médicos estaban a favor, y ahora son más de un 90%. En Países Bajos, apenas un 7% tiene una opinión contraria. En varias encuestas realizadas de forma anónima a médicos, se evidencia que no todos los casos de eutanasia son notificados. Por ejemplo, en Países Bajos no llegan al 80% de los casos y en Bélgica, al 50%. “Algunas de las justificaciones médicas no se perciben en muchas ocasiones como actos eutanásicos, cuando el pronóstico del paciente es muy corto o que algunos médicos los consideren como una carga administrativa”, añadió.

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid, Manuel Martínez, intervino en la última parte del seminario para realizar consideraciones sobre la ley de eutanasia desde la deontología médica. Martínez señaló que la nueva propuesta es contraria a las normas nacionales, como el informe del Comité de Bioética y la declaración oficial de los colegios de Farmacéuticos, Odontólogos y Médicos de Madrid, y a las normas internacionales, como la declaración de la Asociación Médica Mundial (AMM).

Martínez afirmó que el acto médico se basa en una relación de confianza, y que, a través de la eutanasia, sería el final del objetivo al que se compromete el profesional. Además, sostuvo que la aprobación de esta ley frenaría el progreso de la medicina. «Va haber menos motivación para indagar en mecanismos para el Alzhéimer o el cáncer», afirmó. Además, añadió la posible consecuencia de que los médicos queden afectados psicológicamente. 

El presidente del Colegio de Médicos de Madrid afirmó sentirse muy preocupado por los más débiles, debido a la ley de eutanasia. FOTO: Cristina Camacho.

También, Martínez hizo hincapié en el riesgo que va a suponer para los más débiles la eutanasia, al trasladar un mensaje de presión donde entenderían que son una carga inútil. «Es una ley no progresista, ni de izquierdas», aseguró. Por ello, puso de ejemplo a Portugal, donde propusieron un decreto similar y que el Partido Comunista del país votó en contra porque, según Martínez, perjudica a las clase menos favorecidas.

Finalmente, Manuel Martínez recalcó que la eutanasia supone una deformación del sentido médico, al destruir la integridad moral de su profesión, una falta de autodeterminación real, tras analizar los datos de otros países, donde, en la mayoría de los casos, el paciente no desea la muerte ni la reducción de los cuidados paliativos.

Los profesionales aseguraron que una de las graves consecuencias de esta decisión será la denigración de la belleza de la medicina, lo que supondrá un riesgo. Por ello, pidieron que los planes de estudios de la carrera contengan más Filosofía y Antropología.

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