Las protestas de los agricultores franceses, causadas por la legislación restrictiva en materia de producción agrícola y la supuesta competencia desleal por parte de los agricultores españoles han convertido las carreteras francesas en lugares casi intransitables para los transportistas españoles. Estos han visto como sus rutas se veían frenadas y sus mercancías volcadas al suelo por los agricultores enfurecidos. Estos ataques están dirigidos a los productos hortofrutícolas de España.
La gran mayoría de empresas españolas que exportan productos a otros países europeos como Alemania, Bélgica o la propia Francia lo hacen por carretera. Las mercancías transportadas son mayoritariamente productos hortofrutícolas, pero también productos relacionados con la pesca, preparados alimenticios, aceite o vino. Juan José Gil, secretario general de la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte en España (Fenadismer), representante del colectivo de transportistas autónomos y de pequeñas y medianas empresas transportistas, asegura que las pérdidas económicas originadas por estos ataques son de «aproximadamente unos diez millones de euros al día, solamente en retrasos». A estas pérdidas hay que añadir los desperfectos a vehículos y el coste de las mercancías dañadas. «Han sido unos 300 los vehículos dañados y lógicamente los daños a mercancías, pero estos quien realmente lo sufren son los propietarios de las mismas», detalla Gil.
La situación que se vive en las carreteras francesas hace que los transportistas españoles afronten con miedo sus rutas, ya que no saben con certeza que vayan a poder llegar a sus destinos sin que se dañen sus mercancías. Al cruzar la frontera, los transportistas españoles se encuentran con bloqueos a los pocos kilómetros. Al toparse con el bloqueo, les obligan a desviarse hacia vías secundarias que no están preparadas para la circulación de vehículos pesados. «Ha habido vuelcos de camiones en carreteras secundarias porque lógicamente la maniobrabilidad que hay en esas carreteras no es la misma que en una autopista», relata Gil.
«Deberían haber exigido que la Gendarmería francesa hubiera actuado», reclama Juan José Gil
La valoración de las medidas adoptadas por el Gobierno español es negativa, pues esperaban mayor rapidez para pedir explicaciones al Ejecutivo francés. Juan José Gil resalta que España debería haber remitido una queja formal a Francia. También tendría que haber llamado al embajador galo para pedir explicaciones por la situación en las carreteras francesas. «Deberían haber exigido que la Gendarmería francesa hubiera actuado». Recalca también que si la situación se hubiese dado al contrario, el Gobierno francés habría exigido responsabilidades a España de forma inmediata. «Siento que han actuado cuando ya la situación no tenía vuelta atrás», explica Gil.
Estas movilizaciones de los agricultores franceses vulneran uno de los principios fundamentales de la Unión Europea, como es el de la libre circulación de personas y mercancías. Por esta razón, reclaman que la UE tendría que haber ofrecido una respuesta contundente para solucionar el problema en la frontera. Juan José Gil asegura que deberían haber exigido responsabilidades al Gobierno francés para garantizar el respeto a este principio fundamental.
Desde el sector del transporte no se plantean realizar un paro generalizado. Aseguran que no tendría sentido y es una medida que provocaría efectos contrarios a sus intereses. «Sería hacer el juego a los agricultores», recalca Gil. Los transportistas piden que se les garantice el normal funcionamiento de su sector: «Respetamos que cualquier colectivo pueda llevar a cabo cualquier movilización, pero no a costa de impedir el ejercicio de la actividad del sector de transporte».
Nuevos bloqueos en España
A estos ataques que han sufrido los transportistas en los últimos días también se suman las movilizaciones de los agricultores españoles. Estos han organizado bloqueos en las principales carreteras españolas. Desde Fenadismer estiman que más de 80.000 camiones se han visto afectados por estos cortes de circulación. Juan José Gil asegura que esperan que los agricultores españoles actúen con responsabilidad y no impidan el normal funcionamiento del sector del transporte por carretera. Defiende que son un sector aliado de los agricultores. «Todo lo que es el transporte y exportaciones de sus productos hacia Europa se hace en camión, y por tanto no tiene mucho sentido que bloqueen la actividad del transporte por carretera», señala Gil.