Un estudio restrospectivo, recogido por la Gaceta de Optometría y Óptica Oftálmica, ha confirmado el incremento de miopía en jóvenes de entre cinco y siete años en España. El trabajo, llevado a cabo por un grupo de investigadores de la Universidad Europea de Madrid, evidencia que el número de menores miopes asciende con la edad (de un 13% con cinco años a un 20% con siete).
El análisis se realizó sobre 4.162 menores, de los que se prescindió de 621 para los resultados finales, debido a que no cumplían los requisitos mínimos para formar parte del estudio o a que su ficha estaba incompleta. Todos los perfiles salieron de la 17ª Campaña Escolar en favor de la Salud Visual que la Fundación Alain Afflelou realizó en septiembre de 2016.
El trabajo, que nace motivado por la inexistencia de datos actuales en España, alerta del grave problema que supone la prevalencia para la salud de los jóvenes, y compara la situación de España con la de China, donde, pese a que solo un 1,8% de los niños de tres años son miopes, la cifra asciende con la edad y llega hasta el 52,2% a los diez. Los expertos defienden que este estudio se debe seguir llevando a cabo con el fin de realizar “un seguimiento temporal” para “establecer una medidas de prevención de la prevalencia”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cifra en 19 millones el número de menores con errores de refracción, de los que un 63% son miopes. La miopía es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la salud pública a nivel mundial. En el año 2000, el 22,9% de la población mundial tenía algún problema de vista, cifra muy lejana a la estimación para 2050, año en el que el número de miopes ascendería hasta el 49,8%.
Estilo de vida
El estudio del grupo de investigación de la Universidad Europea de Madrid ha revelado que los niños emplean poco menos de dos horas en dispositivos electrónicos (móviles, tabletas y televisión). El 30% de los menores utiliza los dispositivos más de dos horas al día.
El síndrome visual del informático es una de las mayores preocupaciones de los padres. Este síndrome consiste en el enfoque de los ojos prolongado en un objetivo (como las pantallas o un libro de texto) que, como consecuencia, disminuye la frecuencia de parpadeos por minuto, lo que produce una sequedad ocular que daña la retina.
“Lo recomendable es que entre los cero y los dos años ninguna persona tenga contacto con este tipo de tecnología; entre los tres y cinco años, no sobrepasen la hora de uso, a lo sumo; y entre los 6 y los 18 años, restringir su utilización a dos horas como máximo”, explica el doctor Diego José Torres, jefe del departamento de Oftalmología Pediátrica de Innova Ocular La Arruzafa de Córdoba.
El papel de los padres
El informe Niños en un mundo digital de Unicef habla de la dificultad que tienen los padres para educar y administrar el tiempo de los niños frente a los dispositivos electrónicos. Los adultos vivieron en una sociedad que solo tenía como pantalla a la televisión, por lo que era mucho más sencillo administrar el tiempo que estos pasaban frente al monitor.
En la actualidad, los niños viven en sociedades que giran en torno a las tecnologías. Las familias cada vez hacen más uso de dispositivos electrónicos, y en el ámbito escolar se está apostando por incorporar tabletas o los libros electrónicos.