La UFV, anfitriona del Congreso ’50 años de Mayo del 68′

- Desmarcar - 22 de noviembre de 2018
Maria Lacalle, durante su intervención. Foto: Congreso Mayo del 68.

Noticia escrita por Martina Arizu Clara Mollá

La Universidad Francisco de Vitoria (UFV) acogió, del 8 al 10 de noviembre, el Congreso Internacional 50 años de Mayo del 68. Durante las tres jornadas del evento, se abordó el tema de la revolución sexual propiciada por el colectivo estudiantil de Mayo del 68 desde distintos ámbitos y disciplinas: la historia, la ciencia, la sociología, la filosofía y la teología, entre otros.

Daniel Sada, rector de la Universidad Francisco de Vitoria (UFV), abrió el congreso y resaltó que la asistencia al mismo era “una oportunidad para crecer”. Además, expuso que debía buscar la verdad sobre la revolución sexual, ya que la universidad como institución debe «intentar entender el pasado, para vivir con más plenitud el presente». Por último, dijo que la misión de la Universidad Francisco de Vitoria es “ser una comunidad de buscadores de la verdad” y que quería trasladar este espíritu al marco del congreso. María Lacalle, presidenta del congreso, afirmó que se debían “cuestionar las promesas del 68 y plantear si existe una propuesta mejor”, a lo que añadió: “nos guste o no, todos somos hijos del 68”.

Contextualización histórica y causas de Mayo del 68
El primer ponente del congreso fue Jean Sévillia, historiador y periodista francés para Le Figaró, quien explicó cómo se vivió el mayo francés y planteó que esta época trajo una crisis social, política y educativa que perdura en la actualidad. Sévillia afirmó que durante el mayo francés “el hombre vivía como si Dios no existiera, se concebía como su propio creador, y se erigió a sí mismo como máxima autoridad, transformándose en valor supremo”. “Pasó de deberle algo a la sociedad a reclamárselo, con un espíritu contestatario, que en buena parte permanece hasta nuestros días. Todo cambió después de Mayo del 68 en todas las sociedades occidentales”, añadió “todo cambió después de mayo del 68 en todas las sociedades occidentales”.

Gabriele Kuby, durante su intervención. Foto: Comunicación Institucional UFV.

En la primera mesa redonda de la jornada, intervinieron Gabriele Kuby, escritora y socióloga alemana, y Paola Binetti, catedrática de Historia de la Medicina y las Ciencias Humanas y senadora italiana. La primera en intervenir fue Kuby, cuyo tema era «de la liberación sexual a la revolución sexual global». La socióloga expresó que en Mayo del 68 “el capitalismo era la salvación, impuso un modelo para el amor libre que liberaba de la prisión del matrimonio”. Expuso también que como fruto de la revolución de mayo del 68, la sociedad está viviendo un “nuevo totalitarismo”, cuyas raíces residen profundamente en este acontecimiento histórico. Kuby añadió que esta nueva ideología no tiene limitaciones, “se infiltra en la prensa, las instituciones y la Iglesia, promueve una religión social y una mayor intervención del Estado y genera individuos cada vez más proclives a la manipulación”.

«Todo cambió después de Mayo del 68 en todas las sociedades occidentales», afirmó Jean Sévillia historiador y periodista de ‘Le Figaro’.

Paola Binetti habló de la crisis de la familia y dijo que esta era una de las consecuencias de la revolución sexual, partió de los conceptos de amor, fidelidad, sexualidad y responsabilidad para plantear que a partir de este periodo empieza a primar “la cultura del deseo sobre la cultura de la responsabilidad”. Explicó también Binetti la realidad en la que viven los jóvenes en la actualidad, y dijo: “los jóvenes huyen de la soledad con promesas que los dejan en la soledad”, y resaltó que la autorrealización es un mito. Sobre este aspecto destacó: “la idea de que podemos ser autosuficientes y vivir sin los demás es una fantasía que nos han vendido”. Para terminar su ponencia, habló de que en la actualidad existe un relativismo ético y una crisis de valores.

Durante la segunda parte de la jornada del día 8, se comenzó a entrar en las consecuencias de la revolución sexual. Se trataron temas como la banalización de la sexualidad, de la mano de Jokin de Irala, catedrático de Salud Pública en la Universidad de Navarra; la fragmentación familiar, con Julio Iglesias de Ussel, catedrático de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid; y la distorsión de la maternidad y la paternidad con Marta Albert, profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Rey Juan Carlos.

La última conferencia del día fue un diálogo en torno a las víctimas de la revolución sexual, en el que Jennifer Roback Morse, fundadora del Ruth Institute para víctimas de la Revolución Sexual, y Mark Regnerus, catedrático de Sociología de la Universidad de Texas, entraron desde distintas perspectivas en la resultante de la revolución sexual de Mayo del 68: las personas dañadas por este proceso y la mercantilización del sexo.

Identidad sexual, género y lenguaje
La segunda jornada del congreso comenzó la intervención con una con la intervención de Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho de la Universidad de Sevilla. En su ponencia, que buscaba definir la identidad, hizo un recorrido histórico de la revolución de Mayo del 68 y la denominó “la revolución sin futuro”. Dijo, además, que fue una “revolución atípica” porque no buscaba tomar el poder político y “no es hija de la miseria, sino que es de los hijos de la abundancia”. “El legado del 68 nos aboca a un futuro insostenible como sociedad: pocos jóvenes y muchos viejos”, concluyo Contreras.

“El legado del 68 nos aboca a un futuro insostenible como sociedad: pocos jóvenes y muchos viejos”, sostuvo Francisco José Contreras, catedrático de Filosofía del Derecho.

La primera mesa redonda del día 9 de noviembre, bajo el título La identidad sexual. Hombre y mujer, ¿solo dos sexos?, se adentró más en los aspectos científicos de la sexualidad y las consecuencias en estos ámbitos de la revolución sexual. El primer ponente de esta mesa fue el profesor Nicolás Jouve de la Barreda, catedrático emérito de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares, quien expuso que «la orientación sexual no es un rasgo estable» y por ende no está condicionada genéticamente. Además, presentó algunas evidencias desde la ciencia de la base biológica de la identidad sexual.

N. Jouve de la Barreda (primero por la derecha), durante su intervención. Foto: Congreso Mayo del 68.

Participaron también en esta mesa redonda el profesor de Farmacia de la Universidad de Navarra José López y María Calvo, profesora de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III de Madrid. López trató el tema del desarrollo y el tratamiento hormonal, y afirmó que «existe una gran esclavitud de la mujer por parte de las industrias farmacéuticas». Señaló también que «no atender a sexo o a género es un gran riesgo para la salud».

María Calvo habló del desarrollo psicológico, afirmó que la ideología de género había calado en las vidas de toda la sociedad, y sostuvo que el sistema educativo es biológicamente irrespetuoso, ya que “intenta la igualdad a martillazos y no tiene en cuenta las diferencias».

En la última mesa redonda de la mañana del viernes, María Caballero, catedrática de Literatura de la Universidad de Sevilla, habló del género y la deconstrucción del lenguaje y planteó que “no es lógico forzar las estructuras linguísticas desde las ideologías impuestas como un corsé”, y pidió sentido común porque “es muy fácil llegar al ridículo”.
Juan José Daboud, exdirector del Banco Mundial, explicó por videoconferencia cómo la economía mundial es usada para promover la ideología de género. Marguerite Peeters, directora del Institute for Intercultural Dialogue Dynamics, habló del papel que juega en la política la ideología de género y cómo es utilizada por los políticos. Asimismo, mencionó que ha supuesto un cambio de paradigma y explicó: “La agenda para la igualdad de género tiene dos orígenes: el feminismo y la homosexualidad, dos colectivos que convergen en sus objetivos y que son reflejo de un nuevo consenso global que ha integrado la agenda de género”.

La Iglesia, respuesta a esta “revolución”

“Cada uno de nosotros es un ‘selfie’ de Dios”, comentó Voltaggio.

Francesco Voltaggio, actual rector del Redemptoris Mater de la Domus Galilea, fue uno de los participantes de la primera mesa que abordó el tema desde la teología y la doctrina de la Iglesia. El sacerdote comentó algunos de los aspectos positivos de esta revuelta. “Hubo un anhelo de los jóvenes por la paz, la justicia y la libertad. Además, el deseo de no conformarse a una estructura burguesa y racista, después de tantas tragedias”, explicó. Resaltó también, el ansia de esta joven multitud por no conformarse y la “profunda” necesidad de plenitud, así como llegar a un encuentro de comunión y encontrar una respuesta que “sopla en el viento, como el espíritu”.

David Hatchwell, presidente de la Comunidad Judía de Madrid, destacó la importancia del Génesis en la historia, así como las similitudes de la religión cristiana y judía.

De izquierda a derecha F. Voltaggio, P. Florencio Sánchez y D. Hatchwell, durante la conferencia. Foto: Congreso Mayo del 68.

Sin embargo, al explicar que el matrimonio constituye una de las mejores analogías de la vida trinitaria, concretó que este movimiento “erró el blanco”, al pensar que el mundo no necesita ser redimido. “El hombre y la mujer han caído, y por ello es necesario un camino de liberación desde la esclavitud de Egipto, recogido en las profundas raíces de los cristianos, que proceden del judaísmo”, comentó Voltaggio. También Ángel Barahona, director del Departamento de Humanidades de la UFV, habló sobre la sacramentalidad del matrimonio. “Dios siempre ha querido presentarse y mostrarse a través de lo esponsal”. Además, explicó que “Mayo del 68 ha sido un Kairós, es decir, una oportunidad para poder convertir el corazón, la mente y las fuerzas, el Shemá que dicen los judíos, para que se dé esta unidad antropológica ha de tener lugar la conversión”.

“La única cosa que puede atraer al hombre es: mirad cómo se aman”, explicó Barahona.

La Iglesia es lugar donde encontrar razones y respuestas. “La función de la comunidad eclesial es estar dispuesto a que te corrijan, a que te levanten”, explicó Barahona. Además, el profesor aseguró que todos los movimientos eclesiales que surgieron durante los años 60 fueron pensados “desde el principio de los tiempos” y ayudan al hombre a sobreponerse ante “su propio egoísmo”, a redimirlo y convertirlo en hijo de Dios. Barahona concluyó explicando que Benedicto XVI habló sobre la fe y el futuro comentando que “la Iglesia va a quedar marcada con el nuevo sello de los santos que suscite el Espíritu Santo”.

A través de ambas intervenciones, se concretó una respuesta determinada y una posibilidad ante esta “crisis”. “El retorno es posible; hay esperanza. Nosotros hemos reconocido en Jesús, el Mesías, que nos ha abierto el camino. Este ya había sido abierto a través de Abraham, que fue elegido como verdadera salvación para todas las familias de la Tierra. Por eso, ya estamos en camino, donde recibimos el espíritu de Jesucristo, que se ha puesto en el lugar de la serpiente como tercero fiel”, concluyó Voltaggio.

“La belleza es bien y verdad, que se ha hecho carne”, comentó Granados.

José Granados, vicepresidente del Instituto Pontificio Juan Pablo II, planteó la posibilidad de que la salvación se dé a través del cuerpo. “El cuerpo no es solo una máquina, sino que tiene el principio de la vida: la belleza es el cuerpo donde se expresa la persona”, explicó Granados. “La belleza es bien y verdad, y queda fundamentada en la carne”, comentó Granados. Además, relacionó este concepto con el amor ya que “la belleza se manifiesta con un cuerpo sobre otro; no es utilidad, sino don”. “A través del amor íntegro, total y fecundo, se edifica lo bello”, añadió. El sacerdote invitó a no tener miedo de acoger ese don de belleza, ya que “hay trascendencia en aquello que se te confía”. También, explicó que la castidad es signo de esta gracia porque “ es fecunda y esta virtud nos atrae”.

“Mayo del 68 es una revolución peculiar porque es el final de la revolución. Los jóvenes dicen que ya no creen en el proceso revolucionario marxista”, afirmó Hadjadj.

La conferencia de clausura la desarrolló Fabrice Hadjadj, director del Institut Philanthropos y autor del libro Tenga usted éxito en su muerte, y tuvo como nombre «La restauración de la carne». El escritor hizo una reflexión acerca de la revolución: “Mayo del 68 fue algo positivo de forma indirecta. Nos permitió plantearnos cuestiones más profundas en relación con épocas anteriores”. Además, lo consideró el causante de “una crisis antropológica generalizada”. También, Afirmó la importancia de la reparación carnal. “La restauración de la carne presupone que la carne está debilitada. ¿La revolución no sería una afirmación de la carne? No lo creo. Hay una alabanza al cuerpo y la propia pertenencia bajo un prisma dualista”, añadió. “Mayo del 68 es una revolución peculiar porque es el final de la revolución. Los jóvenes dicen que ya no creen en el proceso revolucionario marxista”, afirmó Hadjadj.

También, trató de profundizar sobre este concepto: “Mi carne no es mi cuerpo. La carne es el lugar del sentimiento. La carne es anterior al sujeto y al objeto. La carne es una donación libre anterior. Nos lleva a un orden dado. No es una cuestión tecnocrática”. El filósofo estima la carne como “el lugar de miseria, pero también de la misericordia”. Finalmente, concluyó con una línea de confianza: “Hay que restablecer la esperanza de las personas. Hay que creer en la carne”.

La formación, clave para el desarrollo futuro
También, la educación y el acompañamiento fueron temas tratados en el congreso. Nieves González, directora del Instituto Desarrollo y Persona de la UFV, explicó el curso Aprendamos a amar, y comentó las fases y objetivos que contiene. Tugdual Derville, delegado general de la Asociación Alliance VITA, habló sobre familia y ecología humana. “La familia es un ecosistema a proteger. Además, es la primera estructura política y fuente de prosperidad”. Sonia González, docente de Humanidades de la UFV, habló acerca del crecimiento y acompañamiento. La profesora explicó que el desarrollo es  “sólo yo, pero no yo solo”.

Xose Manuel Domínguez, director del Instituto de la Familia de Ourense, destacó la importancia del matrimonio con la conferencia Una alianza con la persona. “El matrimonio es convocatoria; un llamado a dar de sí”, afirmó el profesor. También, explicó la trascendencia de la donación: “Una vez que he tomado conciencia de mí, me dono a los demás”.

María Lacalle, presidenta del Congreso Mayo del 68, abordó el tema de la sexualidad, la sociedad y la política: «El problema de nuestro tiempo es la crisis de identidad del hombre y la mujer, y sus relaciones»

Maria Lacalle, durante su intervención. Foto: Congreso Mayo del 68.

También, se realizó una mesa redonda con cuatro rectores de universidades españolas. Daniel Sada fue el presidente y, junto con los participantes, trataron de repensar el ámbito educativo, ahondar sobre la formación integral y tratar de no ser irrelevantes para la cultura a evangelizar.

Pagán destacó las frases “Europa, sé tú misma” y “vuelve a las raíces de la universidad, que es lo que necesita la sociedad”, del papa San Juan Pablo II.

“No perdamos ni un minuto más de lo imprescindible en tareas burocráticas, porque el centro es el alumno que llama a la puerta de nuestro despacho”, pidió José Manuel Pagán, rector de la Universidad Católica de Valencia (UCV). También destacó la Humanae Vitae, una herramienta que “es necesaria darla a conocer para poder evangelizar”. Montserrat Gas, profesora de Derecho en la Universidad Internacional de Cataluña (UIC) , afirmó que la revolución del 68 es un momento de inconformismo y ruptura con la moral burguesa y el autoritarismo. Los jóvenes deseaban “ser protagonistas de la propia vida”. El conflicto es que la revolución “ha quedado en una libertad vacía y, por tanto, inútil”. Alfonso Bullón de Mendoza, rector durante varios años y actual canciller de la Univesidad San Pablo CEU, manifestó la importancia de las Humanidades: “de poco sirve si alcanzamos la excelencia técnica y fracasamos en formar personas”. De esta manera, recordó la herencia de Ángel Ayala y del cardenal Herrera Oria y recalcó la obligación de cursar asignaturas de este tipo en cualquier carrera de las universidades.

“Ser irrelevantes en la sociedad que nos está esperando”, es un problema para Daniel Sada. “Hay que saber qué espera Dios de nosotros con la responsabilidad de tener una institución de enseñanza superior” añadió. De ser así, “es para ser revolucionarios, subversivos, para estar en la frontera, no para ser innocuos o irrelevantes”, concluyó Sada.

Los cuatro rectores, durante la conferencia. Foto: Congreso Mayo del 68.

“Tenemos mucho trabajo, muchas cosas grandes y hermosas que contar”.
Al finalizar el congreso, el rector de la UFV, Daniel Sada, y María Lacalle, presidenta del congreso, se dirigieron al público e instaron a llevar lo adquirido durante el encuentro a la vida cotidiana. Además, agradecieron la colaboración, desarrollo y participación de todos los presentes. Lacalle afirmó: “tenemos mucho trabajo, muchas cosas grandes y hermosas que contar al mundo, y muchas personas a quienes acompañar hacia la plenitud”.

Daniel Sada resaltó la importancia de “generar espacios en los que se pueda hablar, saber escuchar y generar hambre de algo que está muy en el fondo del corazón, pero que cuesta mucho”, y destacó además, que es necesaria “la discrepancia para la búsqueda del bien conjunto y de la verdad”. Para concluir, planteó la pregunta: “¿Cómo pasar de los tratados a la vida?” y se comprometió de manera personal y como institución a buscar la manera de “generar comunión y colaboración para que esto sea posible”.