La desigualdad económica en Madrid es la más alta de España

- Desmarcar - 25 de octubre de 2019
Desigualdad entre ricos y pobres

Madrid es la comunidad autónoma más rica de España, pero, según Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada (Foessa), a causa de la redistribución y la escasez de políticas sociales en la administración se ha acentuado la brecha entre el 20% más rico y el 20% más pobre de la provincia. Esta mejora sus niveles de integración social, aunque un millón de personas están en riesgo de exclusión social, un dato inferior a 2013, ya que en la crisis eran 1,4 millones. También se ha incrementado la sociedad integrada, las personas que no tienen dificultades para sobrevivir.

Dentro de ese millón de personas, 490.000 acumulan problemas en su vida diaria, padecen exclusión severa. Se enfrentan a barreras como que la vivienda es insegura e inadecuada, el desempleo y la invisibilidad para los partidos políticos, pues no interesan porque no votan. Entre este grupo, hay 269.000 personas que, además, sufren de exclusión social extrema y apenas les llega algún mecanismo de protección.

Los miembro de la sociedad insegura, familias que agotaron ahorros, apoyo familiar o social, no se ven excluidos pero tienen un empleo precario, insuficiente y un futuro incierto. Son 900.000 personas que se encuentran en una barrera que “es proporcionalmente más elevada que en el resto de España”, según Guillermo Fernández, coordinador de la Fundación Foessa. “Lo normal es medir la desigualdad del conjunto de las personas de la comunidad. Teniendo en cuenta eso, Madrid está en tercer lugar. Pero si tenemos en cuenta los de más arriba y los de más abajo, esa brecha es la más acentuada”, ha añadido Fernández.

Los hogares en exclusión son de nacionalidad española y el 85% se concentra en ciudades de más de 100.000 habitantes. El acceso a una educación, sanidad y transporte dignos hace que se vacíe el mundo rural. Los más propensos a acabar en ese grupo son la mujer, los parados, los inmigrantes extracomunitarios y los que no tienen estudios. Un ejemplo es Yoselyn, de 46 años, que se hace cargo de su hijo de 22 años, pero con cuerpo de tres, que ni habla, ni mastica, ni come solo. Además, saca adelante a sus hijas de 20 y 18 años, está en paro y tiene una nieta de cinco meses. La ayuda con la que cuenta es de 240 euros. “Si no llega a ser por Cáritas, no sé qué hubiera sido de nosotros”, dice Yoselyn. Ella pasó la entrevista de Cáritas, que tiene lista de espera, y le concedieron uno de sus apartamentos transitorios para que le diera tiempo a recomponerse y a seguir adelante.

L»os hogares en exclusión son de nacionalidad española y el 85% se concentra en ciudades de más de 100.000 habitantes».

Otro ejemplo es Margarita Montes, española en situación de riesgo extremo. Es una mujer de 68 años que está sola y sufrió una melancolía profunda hace cinco años que casi la arroja “a las vías del metro”. Crió sola a su hijo que ahora tiene 40 años, pero este se metió en el mundo de la droga y la maltrataba. Ahora, es una de las 70 personas que conviven en una residencia de ancianos con una pensión no contributiva de 360 euros al mes, que no le da “ni para alquiler, ni para pipas”. Rosario Gonzalo, directora de la residencia de ancianos de Cáritas desde hace ocho años, explica: “Aquí están limpios, cuidados y atendidos, pero todos, al final, lo que quieren es cariño, que alguien les dé un achuchón. Cuando lo reciben, sonríen”.

Si se considera el conjunto de la población, la tasa de desigualdad entre el 20% más rico y el 20% más pobre de Madrid es la más alta de España. La renta media de la población madrileña se ha incrementado un 2% y la pobreza severa se ha incrementado un 23% en los últimos años, afectando a 243.000 personas. Los principales factores de la exclusión social son la vivienda, el empleo y la salud.

El Informe Foessa sobre Exclusión y Desarrollo Social en Madrid ha sido presentado por Cáritas y cuenta las consecuencias de la crisis en la sociedad madrileña. Este documento lo ha elaborado un equipo formado por 125 investigadores de 30 universidades y 13 organizaciones de acción e investigación.