Jaguar ha desarrollado el Sistema Audible Vehicle Alert System (AVAS), que ha incluido en el modelo I-Pace y que permite a los peatones más vulnerables, como las personas invidentes, saber cuándo se acerca el coche y aumentar su seguridad. Es un dispositivo que, según han dicho desde la compañía “permitirá salvar vidas”. El nuevo vehículo eléctrico no tiene el sonido de un motor de combustión, por lo que es inaudible a bajas velocidades y supone problemas en vías urbanas o en el interior de un aparcamiento.
Este sistema va subiendo el volumen con el aumento de la velocidad, pero solo funciona hasta alcanzar los 20 km/h y cuando se da marcha atrás, acompañado, en este caso, de un sonido adicional que indica la maniobra. A velocidades superiores se desactiva automáticamente porque en ese momento sí se pueden apreciar los ruidos aerodinámicos y de rodadura.
La marca ha contado en los ensayos con la colaboración de algunos miembros del British Charity Guide Dogs for the Blind (Entidad benéfica británica de Perros Guía para personas con discapacidad visual) para desarrollar el proyecto de una forma más eficaz. “Aplaudimos a Jaguar por ser los primeros en lanzar un vehículo EV que contempla los más exigentes estándares antes incluso que la legislación llegue y esperamos seguir trabajando con ellos en el futuro”, ha declarado el comercial de política de la asociación, John Welsman.
«La asociación ha hecho una campaña para obligar a que los vehículos silenciosos generen sonido», afirma Welsman.
Durante cuatro años, los técnicos de Jaguar han trabajado para conseguir el sonido correcto y que no se escuche dentro del vehículo. En el inicio quisieron utilizar un efecto similar al de una nave espacial, pero durante las pruebas comprobaron que provocaba en las personas la reacción de mirar al cielo. El sistema se ha probado para que sea audible en numerosos entornos como habitaciones anecoicas (aquellas que absorben las ondas sonoras sin reflejarlas) y emite el sonido en todas las direcciones, pero el altavoz que lo genera se encuentra detrás de la parrilla delantera.
Futura legislación
Esta tecnología cumple con una legislación todavía no impuesta, pero que entrará en vigor a partir de septiembre de 2019 en Europa. Esta ley surge tras un consenso entre los gobiernos de la Unión Europea y Estados Unidos, a pesar de que el país americano no será aplicada hasta 2020 y requiere que todos los vehículos tengan que emitir algún sonido, en el caso de EE.UU. siempre que el automóvil circule por debajo de los 30 km/h. A pesar de esto, la medida no afecta a los coches que circulan ya por carretera.
Con el avance en materia automovilística, se han ido creando coches que no emiten ruido y las autoridades han valorado que supone un problema, principalmente en zonas urbanas, para los usuarios de la vía. De momento, está clara la imposición de la ley, pero queda por determinar el tono en que deberá sonar para que no suponga un problema de ruido al unirse con los sonidos provocados por el resto de los vehículos.
Esta ley exige a los fabricantes que todos los vehículos proyecten sonido, aunque sea de manera artificial, y que este funcione autónomamente sin que los conductores lo puedan desconectar en ningún momento. De esta forma, se pretende que siempre se pueda detectar la circulación y así reducir la posibilidad de atropello tanto a invidentes como a ciclistas y demás usuarios.