Felipe VI ha clausurado la VI Conferencia de Embajadores, celebrada los días 18 y 19 de enero en la Casa de América (Madrid), y que ha reunido a los representantes de España en el exterior. La mayoría de ellos estuvieron presentes, de forma telemática, desde sus respectivas embajadas.
La Conferencia de Embajadores fue inaugurada este lunes por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y contó con la presencia del vicepresidente Pablo Iglesias, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya.
El Rey ha recalcado la importancia de la cooperación entre los niveles del Gobierno para la crisis sanitaria y ha insistido en el deber de mantener esa colaboración durante la recuperación de la situación y la vacunación.
El jefe de Estado ha agradecido el trabajo de la vicepresidenta de Economía, Nadia Calviño, y de la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, durante “un año especialmente difícil” a causa de la pandemia.
González Laya calificó 2021 como el año en el que habrá una recuperación económica y un nuevo escenario global, con una estrategia fundamentada en cuatro ideas: compromiso con la integración de la UE; compromiso con el multilateralismo; unas nuevas relaciones transatlánticas con la nueva Administración Biden, y una política basada en la solidaridad.
“El trabajo y los logros conseguidos entre todos merecen el mayor reconocimiento posible”, declaró Felipe VI.
Felipe VI ha explicado que tanto la imagen como el peso exterior del país ahora son “más determinantes que nunca” en un mundo con una realidad “cada vez más incierta”. El Rey ha señalado que la posición de España en esta nueva etapa ha de ser destacada, y que el trabajo realizado también merece reconocimiento.
«Lejos quedan los tiempos en los que la política, la economía o las medidas sanitarias y medioambientales se abordaban desde una perspectiva geográfica, considerando lo que afectaba a los ámbitos exterior o interior», aseguró el Rey.
El jefe de Estado ha subrayado que uno de los problemas más importantes a los que habrá que hacer frente durante los siguientes años será el de la lucha contra el cambio climático. Ha señalado que solo se puede encarar el desafío “a través de la diplomacia eficaz, persuasiva y sostenida”. Felipe VI ha dicho que Europa -y particularmente España- ha hecho importantes avances para encabezar la transición verde. Sin embargo, aclaró que el problema requiere seguir trabajando en cada uno de los frentes internacionales. Por ello, ha defendido la modernización de los organismos internacionales multilaterales.
El Rey ha mantenido que es necesario ajustarse “para obtener las respuestas más adecuadas y eficaces en beneficio de una ciudadanía que demanda certidumbre, esperanza y horizontes de prosperidad”, y aclaró que esos objetivos se determinan en un ámbito global.
El Rey ha recalcado a los embajadores el “drama humano” que provoca la crisis migratoria. Como solución, Felipe VI les ha solicitado que enfoquen sus causas y trabajen para una mayor coordinación en el desarrollo y acuerdos con los países de origen. También ha pedido “construir de nuevo con cimientos firmes y sostenibles” las uniones con Latinoamérica y el sur del Mediterráneo.