Incrementar la seguridad en los servicios de mensajería instantánea e Internet para “aumentar la confianza del consumidor”. Esta es la apuesta que ha puesto en marcha este martes la Comisión Europea. En concreto, el Ejecutivo prevé endurecer las medidas que regulan la ciberseguridad en la Red, e igualarlas a las que ya cumplen las compañías de telecomunicaciones en el territorio comunitario, para que el usuario tenga la misma garantía y confidencialidad.
Bruselas ha aclarado que el uso de ‘cookies’ sigue siendo lícito, pero que ahora “se rige por reglas más claras”.
La Comisión Europea ha reconocido la importancia de las nuevas tecnologías de la comunicación para el correcto funcionamiento del mercado comunitario. Por ello, porque los consumidores y las empresas “dependen cada vez más” de “los servicios de mensajería instantánea” y “de correo electrónico”, ha decidido “actualizar el marco jurídico”, dado que estas herramientas “no están cubiertas por las actuales normas sobre privacidad”.
En este marco, el Ejecutivo ha presentado cuatro propuestas, o “piedras angulares”, con las que fomentar la confidencialidad de las comunicaciones de los usuarios; la privacidad de la información del smartphone; el uso de metadatos bajo previo permiso del cliente, y el consentimiento de envío de correo no deseado y marketing digital. A cambio, la Comisión ofrece a las compañías unas “normas actualizadas para reflejar los desarrollos tecnológicos”.
Además, según ha aclarado Bruselas, el uso de cookies sigue siendo lícito, pero “se rige por reglas más claras”. De este modo, a través de estos pequeños ficheros de texto, las compañías podrán seguir recopilando información sobre los usuarios, al tiempo que estos perciben una mejora en su experiencia de navegación y ven información relevante según su historial en los banners publicitarios. Siempre y cuando no tengan activado un bloqueador de anuncios.
Sobre esta cuestión, la Comisión también ha explicado que “la propuesta no regula el uso de los bloqueadores de anuncios”. De hecho, según ha aclarado, pese a que entiende que, “a menudo”, la financiación de los sitios web proviene de la publicidad, “los usuarios tienen la libertad de instalar” esta clase de software “en sus dispositivos”. No obstante, Bruselas “permite a los proveedores” comprobar si los dispositivos leen todo el contenido (incluyendo los banners).
Esta propuesta de privacidad de la Comisión Europea afecta, en mayor proporción, a Facebook Inc. Simplemente, por número de usuarios. Con el reciente despliegue del nuevo método de pagos a través de Facebook Messenger y las polémicas sobre la dudosa independencia de información entre la red social y WhatsApp, la compañía de Mark Zuckerberg debe afrontar, ahora, un nuevo reajuste para cumplir con las exigencias europeas.