¿Hay vida en Marte? Es una de las preguntas que el ser humano ha querido responder desde el siglo pasado, sin haber conseguido respuesta. займ безработным. Gracias a la interrogante, la Agencia Espacial Europea (ESA) junto con Rusia se han puesto manos a la obra con el programa ExoMars 2020 que busca descubrir indicios de vida en el planeta vecino.
Este proyecto consiste en dos misiones científicas espaciales: la primera fue programada para el 14 de marzo de este año, y pretendía la entrada, el descenso y el amartizaje del modelo Schiaparelli y la sonda TGO (Trace Gas Orbiter) en la superficie del planeta Marte. La segunda parte, prevista para 2020, consiste en mandar un rover o astromóvil que complemente la primera parte de la misión.
Se esperaba que para estas fechas el modelo Schiaparelli hiciera su amartizaje, sin embargo el aparato se estrelló antes de hacerlo y aún se desconoce su causa. El inconveniente en la misión le costó 230 millones de euros a la ESA, que cuenta con un presupuesto total de 1.500 millones de euros para el programa. Esto obliga a Europa y Rusia a plantearse cancelar la misión si no se consiguen fondos suficientes para financiarla.
La misión «puede ser anulada, si los estados miembros no están dispuestos a apoyar las partidas financieras», Jan Woerner.
A pesar del mal pronóstico, el director general de la ESA, Jan Woerner, se mantiene optimista y con esperanzas. En la conferencia que se celebrará este 21 y 22 de noviembre con los delegados de los países involucrados, la Unión Europea y Rusia, Woener propondrá que el proyecto se mantenga en pie.
Se necesita mucho dinero para que la misión siga, pero los que participan del proyecto no están dispuestos a tirar la toalla. Se hablará de luchar por mantener el proyecto a flote en la reunión ministerial de la ESA que se celebrará en diciembre en Suiza.