España autoriza la primera edición genética de embriones

- Desmarcar - 12 de febrero de 2020
Los embriones que se utilizarán son embriones antiguos del Programa de Fecundación "in vitro" del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer.
Los embriones que se utilizarán son embriones antiguos del Programa de Fecundación "in vitro" del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer.

La primera edición genética en embriones humanos ha sido autorizada para poder averiguar más acerca del desarrollo del embrión y por qué algunas parejas no pueden concebir unos factibles. Los embriones son donados por progenitores que se han sometido a la reproducción asistida y participarán en un estudio único y pionero en este campo en España.

La bióloga Anna Veiga, científica que llevó a cabo el proceso de fecundación de la primera bebé probeta en España, es quien dirige el proyecto y asegura que ningún embrión utilizado en la investigación nacerá. El objetivo del estudio es únicamente para investigar la fecundación y la evolución embrionaria y no se harán reproducciones ni se implantarán. «Conocemos con detalle el desarrollo embrionario de algunas especies como los ratones. Sin embargo, conocemos mucho peor cómo se desarrollan los embriones humanos», señala Veiga.

El proyecto que lidera Veiga se realizará en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) y Dexeus Mujer, de donde provienen los embriones donados por las parejas de forma voluntaria y que proceden de procesos de fecundación in vitro en Dexeus Mujer. La técnica que se quiere emplear es la CRISPR/CAS9, que averigua la función de algunos genes en los primeros momentos del desarrollo embrionario, y que editará el genoma de los embriones humanos.

La técnica CRISPR/CAS9 puede tratar enfermedades provocadas por la mutación de algún gen. Es capaz de evitar que bebés con patologías genéticas nazcan y de destruir o arreglar genes mutados en embriones. Por esta razón, su uso no es autorizado usualmente, ya que, además, puede alterar y modificar otros genes que puedan ser importantes, y causar graves consecuencias.

«Aportará información relevante para entender el desarrollo temprano del embrión humano y mejorar potencialmente las técnicas de reproducción asistida», aseguran los investigadores. Estos proyectos cuentan con muchas trabas y limitaciones, no solo por la falta de donaciones embrionarias, sino por las problemáticas legales y éticas.

La investigación ha sido autorizada en primer lugar por la Comisión Nacional de Reproducción Humana Asistida (CNRHA) y, más tarde por el Departamento de Salud de la Generalitat. En su opinión, no ven ningún problema biológico, ético ni legal y reiteran la utilidad de la modificación genética para cambiar genes y estudiar el desarrollo embrionario. Anna Veiga y Montse Boada presentaron el proyecto al Departament de Salut en noviembre de 2018 y ha sido autorizado después de un año.

El método de observación de los embriones se realizará en la investigación y con ella se puede controlar el desarrollo de estos en una vigilancia en tiempo real y de manera continua.

Las primeras gemelas modificadas genéticamente
He Jiankui fue el científico que produjo el nacimiento de los primeros bebés modificados genéticamente, y que se encuentra en prisión tras haber sido juzgado y condenado a tres años de cárcel por «prácticas médicas ilegales». Además, ha sido retirado de cualquier actividad médica de por vida, tras la polémica mundial que trajo el nacimiento de las gemelas Lulu y Nana en 2018.

He Jiankui modificó genes de varios embriones para concederles inmunidad ante el VIH transformando el gen CCR5 en una mutación que evita que el virus ataque las células. Dos embriones se implantaron en el útero de una mujer y se desarrollaron hasta nacer.

El tribunal chino aseguró que había falsificado documentos de un panel de revisión de ética para persuadir a parejas y que participaran en el proyecto. A la pena se le sumó una multa de tres millones de yuanes (394.059 de euros), y dos miembros más del equipo que participaron en la ejecución fueron sentenciados a penas menores y a multas.

El consenso internacional determina la prohibición de implantar embriones genéticamente modificados, y que terminen naciendo, ya que existen diversos peligros que produce la técnica y que puede ser perjudicial para los bebés.