El Samsung Galaxy Note 7 vuelve al mercado. El smartphone que no fue bienvenido en Estados Unidos por suponer un “crimen federal” al poder explotar por un fallo en las baterías -con multas de hasta 180.000 euros-, podrá adquirirse de nuevo. Así lo ha anunciado este martes la compañía, que, a pocos días de la presentación oficial del Galaxy S8, ha explicado que ya han solucionado los problemas del Note 7.
La compañía surcoreana prevé recuperar parte de los más de 5.000 millones de euros de pérdidas.
En enero de este año, cuando el terminal había quedado en un triste recuerdo, Samsung rescató la polémica para explicar los motivos del problema: un fallo en la batería al rediseñar el conjunto del terminal. Pese a todo, y “de manera respetuosa con el medio ambiente”, la compañía ha reacondicionado su último smartphone de la gama Note para despejar dudas sobre su capacidad técnica y abrir camino al S8.
En concreto, la compañía surcoreana prevé poner a la venta tres millones de unidades reparadas, y, de este modo, recuperar parte de los más de 5.000 millones de euros de pérdidas. Por ello, han reutilizado los materiales en buen estado (componentes y módulos de la cámara, por ejemplo) y cambiado los dañados.
Pese a que todavía no se ha anunciado cuándo ni en qué países se comercializará el Samsung Galaxy Note 7, la compañía ha apuntado que va a “unirse a los esfuerzos de I+D” y al camino de la Unión Europea “para desarrollar nuevos métodos de procesamiento ecológicos”.