El número de parados registrados en los Servicios Públicos de Empleo (SEPE) ha crecido en agosto en 47.047 con respecto a julio y deja una cifra total de 3.182.068 desempleados, según ha informado el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social. En total, se han destruido más de 230.000 empleos, lo que supone el peor balance en una década para este mes. Además, el número de afiliados en la Seguridad Social aumenta en los sectores de sanidad y hostelería, pero disminuye en el régimen agrario, educación, industria manufacturada y construcción.
El desempleo total, en millones de personas en España y divididas por sexo, arroja unas cifras de 1,30 en los hombres y 1,87 en las mujeres. Tras el mes de agosto, los datos ascienden en ambas partes en relación con el mes de julio: 27.415 hombres (2,14%) y 19.632 mujeres (1,06%). También se ha incrementado el desempleo de los jóvenes menores de 25 años en 3.189 personas (1,34% más) si se compara con el mes anterior. Asimismo, sube en 43.858 (1,51%) entre los que tienen 25 y más años.
Causas del desempleo en agosto
El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granados, atribuyó la caída del empleo a un comportamiento habitual que se registra al término de esta época estival, agravado por la «leve desaceleración de la economía y el menor crecimiento del sector turístico». Los sindicatos mostraron su preocupación, aunque coincidieron en que agosto es un mes marcado por la estacionalidad. Comisiones Obreras (CC.OO.) considera que la subida del paro, al igual que la de agosto de 2011, cuando España estaba “en plena recesión económica”, es una prueba de que “se consolida la rotación laboral y la precariedad del empleo”.
«Es un empleo precario, eventual y estacional», afirma el abogado Luis García Díez.
Luis García Díez, abogado especializado en asuntos laborales, cuenta que «es evidente que en España hay empleo estacional», ya que hay «muchos despidos derivados por esta causa». Además, Luis García considera que otro de los motivos es «la reforma laboral del 2012, que favorece ese empleo temporal y también los despidos». Además, la Unión Europea (UE) influye en la política de cada país miembro según su situación económica. Una de las principales vertientes que enriquecen la economía española es el turismo. «Dependemos del este y eso implica una demanda de contrataciones temporales», declara el jurista.
García Díez afirma: «los españoles nos hemos habituado a estas situaciones». Es normal que en julio y agosto aumenten los empleos en el sector servicios y que disminuyan en otros como la educación, por el hecho de que «tienen contratos estacionales o fijos discontinuos», ya que «en junio acaban las clases», explica el experto. En relación con el incremento del desempleo juvenil, «las empresas exigen más formación y experiencia, y eso con 25 años, o menos, no es compatible», sentencia García. Además, añade que «el tramo entre 25 y 35 años les resulta más interesante a los departamentos de recursos humanos de las empresas». En cuanto a las afiliaciones a la Seguridad Social, tras los meses de verano, «se reducen en las temporadas bajas», concluye García Díez.