El Barcelona ganó 2-1 al Real Madrid y ya cuenta con 12 puntos de ventaja sobre el conjunto blanco, por lo que tiene todo de cara para la obtención del título de liga. Los merengues tenían la última oportunidad de recortarles puntos y quedar a seis del liderato, a la espera de algún pinchazo del Barça. Esta vez le tocó a los culés quedarse con los tres puntos, aunque el Madrid abriría el marcador con un gol en contra de Araújo, pero, primero, Sergi Roberto y, luego, Kessie certificarían la remontada del equipo que, si esto fuera por puntos, como en el boxeo, mereció ganar el encuentro. Tercer clásico seguido para los de Xavi, liga prácticamente sentenciada, y ahora cada equipo debe centrarse en las otras competiciones que les quedan, la Copa del Rey (F.C. Barcelona y Real Madrid) y la Copa de Europa (Real Madrid)
Partido trascendental el que se jugó este domingo en Barcelona entre los dos aspirantes al título de la liga, y el espectáculo estuvo a la altura. En el estadio Camp Nou hubo 95.745 personas a la expectativa del clásico más importante del mundo. El partido que espera y que no puede perderse el aficionado al fútbol. Siempre va a ser bonito un clásico, siempre va a ser bonito ver a Xavi y a Ancelotti en la banda dirigir al equipo, siempre va a ser bonito ver a Modric y a Kroos con su elegancia, ver a Araújo y a Gavi dejándose el aliento y levantando a la grada, en definitiva, un espectáculo que pocos en el mundo pueden superar.
Ancelotti tenía la duda de si Benzema y Mendy llegarían bien al partido, ya que el 9 había salido tocado del último encuentro, y Mendy todavía no había jugado después de su lesión. Finalmente, ambos estuvieron disponibles y la única baja fue la de David Alaba, quien desde el encuentro contra el Liverpool viene siendo sustituido por Nacho.
Xavi no contó ni con Pedri ni Dembelé, ambos lesionados y que todavía no están del todo recuperados. El canario parecía que ya estaba a punto de volver a las canchas, pero en el entrenamiento volvió a sentir molestias y decidieron protegerlo. En el caso del francés, debido a su historial de lesiones, se decidió prevenir una recaída en la lesión del muslo, y vio el partido desde la grada.
El once que propuso Xavi fue el siguiente: Ter Stegen; Araújo, Christensen, Kounde, Baldé; Busquets, De Jong, Sergi Roberto; Gavi, Raphinha y Lewandowski.
Ancelotti sacó de inicio a su once que viene siendo habitual: Courtois; Carvajal, Militao, Rüdiger, Nacho; Camavinga, Modric, Kroos; Valverde, Vinicius y Benzema.
Poco se puede achacar al ambiente que se vivió en el Camp Nou. El Barcelona llegaba siendo el favorito, gracias a su contundencia en la liga española. Después de la derrota contra el Almería, supo sacar adelante el partido de Copa del Rey contra el Real Madrid, y en liga venció al Athletic Club y al Valencia.
El Real Madrid venía con buenas sensaciones en su competición europea por antonomasia, la Champions League. Un 1 a 0 en el Santiago Bernabéu cerró la eliminatoria contra el Liverpool, que los aúpa a los cuartos de final, en donde se enfrentarán al Chelsea. Por el lado de las competiciones nacionales, como suele ser común en estos tramos de la temporada para el Madrid, los dirigidos por Carletto solo consiguieron una victoria en los últimos cinco partidos.
El encuentro entre el F.C. Barcelona y el Real Madrid comenzó con 10 primeros minutos donde los locales entraron con más energía y tuvieron un par ocasiones claras que hicieron trabajar a Courtois. Sin embargo, fue aquí cuando el Madrid se encontró con el gol, una jugada por la banda izquierda donde Vinicius atacó a Araújo e intentó centrar se desvió en la cara del uruguayo y Ter Stegen se quedó sin poder hacer nada. Desde el fragmento del minuto 15 al 40, el Real Madrid se sintió más cómodo en un bloque medio-bajo y no tuvo que esmerarse defensivamente para frenar los continuos centros provenientes de la banda derecha del Barcelona, y a través de las contras logró someter al rival.
Sin embargo, los últimos minutos antes de irse a los vestuarios, los azulgranas comenzaron a hostigar más el área madridista, y en un centro de Araújo, que tras un rebote en Nacho, después del tiro de Raphinha, le quedó a Sergi Roberto, quien finalmente definió del lado derecho de la portería, sin oportunidad para el portero del Madrid.
El equipo de Chamartín se fue a los vestuarios con la sensación de poder haber sacado algo más del primer tiempo, y de haber aguantado un minuto más habría sido distinto el ánimo de los jugadores. El equipo catalán vivió todo lo contrario, lo mejor que le puede pasar a un equipo que va perdiendo es poder empatar antes del descanso para que la charla anímica del cuerpo técnico haga sus efectos gracias al empuje del gol.
Para el segundo tiempo, ambos técnicos decidieron seguir con los mismos jugadores, y el Barça salió de los vestuarios con gran energía y mantuvo su buen nivel gracias al empujón anímico del gol. Los de Xavi consiguieron apretar con mucha presión tras perdida, y así figuras como las de Balde y De Jong comenzaron a hacer daño.
El Real Madrid siguió intentando salir a la contra y atacar la espalda de los defensas culés, pero no estuvo fino en la definición a lo largo del encuentro. Vinicius tuvo su duelo personal con Araújo, seguramente uno de los mejores duelos que se pueden ver en el mundo, hoy en día, por el físico y momento actual de ambos. El brasileño tuvo algunas oportunidades de poder centrar o incluso chutar en situaciones claras, pero no fue su día.
Un cambio de cromos fue la razón por la que se destrabó el partido y se regaló un final tremendo. En el minuto 76, ambos entrenadores sacaron sus balas de la recámara y mandaron a Kessie y a Asensio al campo.
Asensio, quien no suele ser titular y está en la mira de los aficionados y la prensa por su futuro, entró y cambió el partido. Aunque su golpeo desde fuera no sirvió para poder convertir, entró muy participativo y con ganas de llevar el balón en el ataque del Madrid. Así, en el minuto 80, tras una carrera de Rodrygo, quien abrió a la banda, Carvajal centró a media altura y Asensio empujó el balón al fondo de la red. El mallorquín aprovechó y fue a la grada a besarse el escudo del Real Madrid, mensaje claro para aquellos que pensaban que podría haber un posible traspaso a otro club.
Bonito, épico y significativo el festejo de los jugadores, pero no valdría para nada. El videoarbitraje rectificó y tiró las líneas, que marcaban que por apenas unos centímetros Asensio estaba fuera de juego. A razón de esto, los blancos se lanzaron con todo lo que les quedaba al ataque, y en una contra magnífica donde Lewandoski y Balde combinaron en la banda derecha, el internacional con España centró, como si de Jordi Alba se tratase, y Franck Kessié remató con su pierna derecha al palo largo del guardameta, y ahí se fue el sueño del Real Madrid de poder llevarse los puntos de la Ciudad Condal.
Desmadejado Benzema
Sobre Karim Benzema se podría hablar un poco más. Es verdad que, por ejemplo, en este partido Vinicius tampoco estuvo excelente, es una realidad, pero al ver el encuentro uno se queda con un sabor de boca distinto de cada uno.
Benzema es el actual Balón de Oro, fue el mejor jugador del mundo de la temporada pasada, hizo la mejor actuación individual de toda la historia de la Copa de Europa, y es quien se puso al equipo en la espalda desde la marcha de Cristiano Ronaldo. Pese a todo, no hay razón para no darle un toque de atención al galo, que esta temporada, salvo contadas ocasiones, no está dando la talla para ser el 9 titular del Real Madrid. Se le ve lento y con una deficiencia para la definición, puede que la vara de la temporada pasada haga tener un recuerdo cercano de un jugador que balón que tocaba, balón que era gol, pero es evidente que el éxito o no de lo que queda de temporada a los blancos dependerá del nivel del francés. También hay que decir que tampoco hay una alternativa palpable para él, Mariano no cuenta para el cuerpo técnico, y Álvaro, quien sí pudo ser importante en encuentros anteriores, sigue siendo joven y Ancelotti no lo ve como algo más que un revulsivo esporádico cuando se vayan a bombear centros al área.
¡Uruguayo, uruguayo!
Lo de Araújo es increíble, hace ver fácil defender a cualquiera, cuando está frente a frente con un rival es casi imposible que lo rebasen en velocidad o lo regateen. Vinicius intentó e intentó, pero salvo una o dos ocasiones, sus ataques se vieron frustrados, y, además, el uruguayo también es clave en el ataque de su equipo, no tiene miedo de subir por la banda y jugar como si de un extremo se tratase. De sus pies salió el centro que luego terminó siendo el empate del Barcelona. A lo largo del partido, en reiteradas ocasiones, todo el Camp Nou coreó, a la par, el cántico de «uruguayo, uruguayo», y es que la afición es consciente de que tiene a uno de los mejores defensas del mundo.
El Madrid y la historia de casi siempre con la liga
Ahora, el Real Madrid tiene el guion al que ya había acostumbrado a los aficionados y que había cambiado estos últimos años. La liga se da por perdida muy temprano, y queda la orejona, la preferida de este equipo, en donde nunca se les puede dar por muertos: la Champions League. El seguidor madridista ya ha vivido esta temporada que el Barcelona se le escapa en la liga a principios de año, se descarta la competición y ahora toca dejarse toda la energía y las ganas en la Champions.
El Barça y su búsqueda del doblete nacional
El 5 de abril es la fecha más importante que le queda por ahora a los culés. Se jugarán el pase a la final de Copa del Rey en el Camp Nou, otra vez, contra el Real Madrid. En la ida, en el Santiago Bernabéu, con un once con varias ausencias lograron rascar un 0-1. Cualquier aficionado azulgrana hubiera firmado a principio de temporada ganar liga y estar con un pie en la final de la Copa. Sí, es verdad que el palo de quedar por segundo año consecutivo fuera en fase de grupos de la Copa de Europa y ser eliminados en la Europa League fue durísimo, pero el equipo supo levantarse, reinventarse y cambiar el destino para su temporada.