El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, compareció el pasado 22 de enero en el Congreso de los Diputados para anunciar los objetivos y prioridades de su departamento durante el transcurso de la legislatura. Entre las medidas más destacadas, recalcó la necesidad de revisar las colecciones y la programación de los 17 museos nacionales que dependen del Gobierno de España. Esta iniciativa pretende “superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas que han lastrado la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico”, aseguró Urtasun.
El dirigente de Sumar explicó que esta propuesta ya era uno de los compromisos planteados por el Gobierno en acuerdos internacionales. Algunos museos como el Reina Sofía ya incorporaron a su exposición la temática de la descolonización. No obstante, todavía se desconoce si el Prado deberá acoger también esta nueva política.
«Superar un marco colonial o anclado en inercias de género o etnocéntricas que han lastrado la visión del patrimonio, de la historia y del legado artístico», manifestó Urtasun.
Asimismo, con el fin de alcanzar los planes establecidos a medio plazo, se informó de la creación de una Dirección General de Derechos Culturales. Finalizar con cualquier forma de censura, posibilitar un acceso equitativo a la cultura o la aplicación de la Agenda 2030, así como el cumplimiento de sus criterios, son las bases principales que sustentan este programa. “Esta dirección acompañará a cualquier creador, autor o colectivo cuya actividad haya sido borrada o censurada del espacio público”, matizó Urtasun. Además, el responsable del Ministerio de Cultura señaló la importancia de que “la ciudadanía pueda disfrutar de una vida cultural plena”.
Según su discurso, el ministro tiene previsto extender y democratizar la creación y el acceso a la cultura. Destacó que el medio rural, los barrios desfavorecidos, mujeres y colectivos LGTBI deben tener más presencia en este ámbito. Del mismo modo, recalcó la importancia del Bono Cultural como elemento para fomentar la actividad de este tipo en los jóvenes. También, prometió defender la diversidad de los idiomas de España y otorgar un mayor protagonismo a las lenguas cooficiales del Estado.
Otro de los puntos que Urtasun mencionó fue el desarrollo del Estatuto del Artista. Este proyecto, aún inacabado, busca reforzar los derechos de los trabajadores de las industrias culturales, generalmente expuestos a la temporalidad. Se pronostica que la implementación de todas estas fórmulas aumente un 0,3% la inversión pública en el sector.
El descontento de la oposición
Los representantes de la oposición criticaron los propósitos anunciados por el Gobierno. El portavoz de Cultura de Vox, Joaquín Robles, culpó al ministro de comparar las acciones imperiales de España con las de Bélgica en el Congo. Robles expresó su descontento y afirmó: “Nos acusa de censura cuando ustedes, la izquierda, son expertos en ello”. Desde el Partido Popular, el portavoz de Cultura, Borja Sémper, reclamó sensatez a Urtasun y le exigió que “no sea un burócrata ideológico y no se convierta en un activista político en su importante ministerio”. En esta misma línea, Sémper denunció “la exclusión a una parte importante de la sociedad española del amor y la comprensión de la cultura”.