El ministro planea que en los nuevos Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) no haya policías en su interior, sino que patrullen en sus inmediaciones. La noticia ha provocado las reacciones de ONG, que han denunciado que su existencia es una vulneración de los derechos humanos, ya que encierra a personas que no han cometido delitos.