El uso de vehículos aéreos no tripulados, conocidos popularmente como drones, no deja de crecer. Estos aparatos llegan a lugares donde los profesionales del periodismo no pueden para obtener imágenes increíbles.
La utilización de drones se ha extendido al periodismo y estos aparatos se han convertido en una herramienta importante que mejora y aligera el desarrollo de la profesión. Muchos medios de comunicación apuestan por esta tecnología y diversas universidades en el mundo, como la de Nebraska (EE. UU.), han integrado una asignatura para estudiar cómo los drones podrían informar y ofrecen además cursillos especializados.
Estos aparatos pueden utilizarse para cubrir todo tipo de eventos y sucesos. Selvas, desiertos, ruinas, carreteras, etc. son algunos de los planos que se consiguen grabar con los drones, pero también ayudan a contar mejor el desarrollo de catástrofes naturales, manifestaciones, eventos deportivos y también conflictos bélicos. En estos últimos, muchos reporteros arriesgan sus vidas para poder contar guerras, pero con las aeronaves no tripuladas a distancia pueden narrar estas historias sin ningún peligro.
A pesar de ser aparatos que permiten conseguir fotografías difíciles, los drones han causado problemas de seguridad debido a su mal uso, como sus irrupciones en aeropuertos. Para evitar que los periodistas cometan errores al usarlos, muchas facultades en el mundo presentan cursos formativos. El canal de televisión estadounidenses CNN consiguió un permiso el pasado año para volar, sin límite alguno, en áreas sobre personas. La Administración Federal de Aviación de EE. UU. ha concedido muchísimos permisos desde septiembre de 2017 y muchos de ellos han sido para periodistas.
Estas aeronaves no tripuladas y de fácil manipulación son cada vez más asequibles. A los medios de comunicación les sale más barato comprar estos aparatos que alquilar los helicópteros. El aumento de la utilización de los drones se debe también al incremento de la demanda de imágenes sobre contenidos en línea.