La selección española de balonmano sacó su lado heroico y levantó un marcador que no le era favorable. España reaccionó en la segunda parte del partido por el tercer puesto y, después de un parcial de 14-21, logró vencer a Suecia por 36-39
En este Mundial, celebrado en Polonia y Suecia, del 11 al 29 de enero, se pudo demostrar que la solidez defensiva y la resistencia de España es indiscutible, pues solo fue derrotada en dos ocasiones, casualmente contra las finalistas de este año. Francia y Dinamarca.
Durante la primera media hora, la selección española se vio empujada ante una mágica selección sueca, que acertó en la forma de plantear y ejecutar el primer tiempo, ayudada por una marea de 22.000 suecos.
Pese a un pésimo primer tiempo, España logró llegar viva al segundo tiempo, las rotaciones desde el banquillo fueron claves, pero la principal de todas ellas fue en la portería, en la que Pérez de Vargas salió en lugar de Corrales. Esto provocó un primer parcial de 1-6 a favor, y en ocho minutos, la selección española dio la vuelta al marcador: 23-25
Pese a esto la selección logró no perder ni el orden en ningún momento, con un claridad tremenda en los ataques, con un Alex Dujshebaev sobresaliente, que provocó la desesperación del técnico sueco que no se podía creer lo que estaba pasando. España logra así su sexto metal de manera consecutiva.