El proyecto Carabela, dirigido desde 2018 por el Centro de Investigación de Reconocimiento de Patrones y Tecnología del Lenguaje Humano de la Universidad Politécnica de Valencia, ha dado paso al descubrimiento de varios manuscritos históricos que anteriormente habría costado más localizar.
Este avance ha sido posible gracias al diseñador del aparato, Enrique Vidal, un físico del Centro de Investigación de Reconocimiento de Patrones y Tecnología del Lenguaje Humano, y al paleógrafo Carlos Alonso Villalobos, quien ha transcrito 514 documentos del Archivo Provincial de Cádiz y General de Indias, que han servido de ejemplos para su posterior funcionamiento. Este proyecto se ha llevado a cabo gracias a la ayuda de la Fundación BBVA y a la participación del Centro de Arqueología Subacuática del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico.
El funcionamiento de esta máquina consiste en la indexación probabilística de colecciones de manuscritos para la protección del patrimonio histórico subacuático. Gracias a la indexación, estos manuscritos, que contienen información sobre los naufragios históricos, se pueden ordenar temáticamente y en función de su importancia.
El proceso de búsqueda se basa en la introducción de un término en la máquina llamada Carabela, que seguidamente se encargara de mostrar los manuscritos que contengan la palabra insertada. Esto, además de permitir una búsqueda mucho más rápida, también facilita la lectura de aquellos documentos que a simple vista resultan complicados de leer.