En una zona desértica de Texas (Estados Unidos), la Policía fronteriza ha encontrado a un niño inmigrante que había sido abandonado y que vagaba desde hacía horas en busca de ayuda.
El niño le suplicó ayuda llorando a un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, tras ser abandonado en el desierto de Texas. El incidente tuvo lugar el pasado 1 de abril, al este de Rio Grande City, según recoge Daily Mail.
El niño decidió pedir auxilio, “porque si no por dónde me voy a ir, por favor ayuda”. “Tengo miedo”, comentó. Le preguntó a un agente que patrullaba la zona: “¿No vienes con papi o mami?”, le pregunta el policía. “Nadie”, respondió muy aturdido y atemorizado de que “le robaran o secuestraran”.
El niño se dirige hacia la persona que está grabando y llorando le suplicó: “¿Usted me puede ayudar? Yo venía con un grupo de personas y me dejaron botado y no sé dónde están”.
Angustiado y sin poder dejar de llorar, el menor, de 10 años, contó que no viajaba con sus padres, sino con un grupo de personas. “Y al final me dejaron botado y venía aquí a pedir auxilio”, dijo.
“Por dónde me voy a ir, por favor ayuda”. “Tengo miedo”, comentó el niño para pedir auxilio.
El niño se encuentra ahora en un centro para menores inmigrantes, durmiendo en el suelo, junto a centenares de niños abandonados. Las autoridades buscan a algún familiar que resida en Estados Unidos para que se haga cargo de él
Según ha informado la cadena Univisión, el niño, cuya edad y nacionalidad no fueron reveladas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, consiguió sobrevivir durante toda una noche en una zona desértica donde se encuentran serpientes venenosas y animales salvajes, además del clima que tuvo que soportar. Después de poner a salvo al menor, la Policía ya ha iniciado una operación para encontrar a su familia.
Gloria Chávez, jefa de sector de la Patrulla fronteriza de Texas, expresó su preocupación: “A todos los padres que están considerando enviar a sus hijos no acompañados a la frontera, por favor reconsideren ese acto porque es muy peligroso exponer a los niños”, los padres “deben pensar en el bienestar de sus hijos” cada vez que los envíen solos a cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
El drama de la inmigración
Las familias en México se están “separando por sí mismas”, envían a niños solos a cruzar a EE.UU. después de haber sido expulsados, explicó Brian Hastings, responsable de la Patrulla Fronteriza en el sector del Valle del Río Grande.
Se estima que hay 10.000 menores en la misma situación. Una gran mayoría proceden de países centroamericanos. El flujo de migrantes se ha disparado tras la llegada al poder del presidente estadounidense, Joe Biden, el pasado enero.
En los últimos tres meses, aproximadamente, 100.000 inmigrantes han llegado a la frontera de Estados Unidos.
Entre ellos, 10.000 niños solos, no acompañados que han atravesado México en manos de mafias, para llegar a la frontera.
La llegada de miles de personas a la frontera está relacionada con las palabras de Biden, quien aseguró que acabaría con la política de Trump sobre migración. El expresidente de Estados Unidos firmó acuerdos con los países más violentos de Centroamérica.
Honduras, Guatemala, El Salvador y México son países que recibían ayudas de reactivación económica, con tal de no permitir la salida descontrolada de migrantes. El plan se denominó “países seguros”, esto implicaba ayudas económicas, visados para la población y el compromiso de no devolver a los ciudadanos que cruzaban sus fronteras camino de Estados Unidos.
La Administración Biden tiene dudas sobre qué hacer tras el “efecto llamada”, en un momento en el que Estados Unidos se enfrenta a la pandemia, la crisis económica derivada de ella y una crisis social y de crímenes violentos sin precedentes en las últimas décadas.
Según la ley estadounidense, los niños no pueden permanecer bajo custodia más de tres días. Actualmente, más de 2.000 niños han superado ese límite. La Administración Biden, además, ha prohibido a la prensa acceder a las instalaciones.
Los agentes de la Policía fronteriza lo están “haciendo lo mejor que pueden, dadas las circunstancias”, aseguró el congresista Cuéllar, pero “no están equipados para cuidar a los niños y necesitan ayuda de la Administración”.
“Todos tenemos que evitar que los niños y las familias hagan la peligrosa travesía por México para venir a Estados Unidos”, añadió Cuéllar. “Tenemos que trabajar con México y los países centroamericanos para que soliciten asilo en sus países”.
La situación de los menores no acompañados que atraviesan la frontera es cada vez más preocupante, con una cifra récord en la actualidad: 20.273.