El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el primer ministro de Marruecos, Aziz Ajanuch, se reunieron, el 2 de febrero, en Rabat, con el recuerdo del encuentro que se produjo entre el líder español y el rey alauí, Mohammed VI, en abril del año pasado. El monarca del país africano se ausentó, en esta ocasión, de la cita.
La Reunión de Alto Nivel (RAN), que desde La Moncloa definían como “histórica”, ha tenido como temas principales la situación aduanera entre continentes, la mejora de relaciones de Marruecos con Europa y las políticas en favor de la seguridad alimentaria y energética. Con la frase “Somos mucho más que vecinos”, Pedro Sánchez destacó que así empezaba una nueva etapa en la que se buscaría “alimentar un clima de confianza mutua y genuina cooperación”.
La Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos marca un hito en nuestras relaciones bilaterales.
Consolidamos una nueva etapa y alimentamos un clima de confianza mutua y de genuina cooperación como nunca antes había existido entre ambos países.
Somos mucho más que vecinos. pic.twitter.com/XdXro7ZhyA
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) February 2, 2023
Sáhara Occidental
El Gobierno de España afirmó, en un texto, que se seguiría trabajando en el establecimiento de las aduanas en Ceuta y Melilla, aunque no detallaron cuándo se producirá la reapertura de estas. Asimismo, la situación del Sáhara Occidental, donde el Ejecutivo español ha cambiado de postura, fue uno de los puntos clave de este encuentro internacional. El primer ministro marroquí agradeció a Sánchez su nueva posición y alegó que “las relaciones bilaterales han entrado en una nueva fase gracias al apoyo de su Gobierno al plan de autonomía”. Aziz Ajanuch agregó: “España tuvo el valor de adoptar una visión histórica y realista, lo que valoramos aquí”.
Además, Ajanuch negó que existiera un conflicto saharaui, lo que contrasta con el criterio de la ONU, que asevera que esa zona sigue siendo no autónoma y está pendiente de descolonización. Cuando el Gobierno de Sánchez aceptó la autonomía del Sáhara Occidental, asumía que la “iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007” era la “la base más seria, realista y creíble para resolver este diferendo”.
No obstante, no se ha reincidido en esta política, y el documento publicado por La Moncloa apunta que la relación de ambos países con respecto al territorio saharaui no ha variado: “En cuanto a la cuestión del Sáhara Occidental, España reitera la posición expresada en la declaración conjunta adoptada el 7 de abril de 2022, con motivo del encuentro entre SM el rey Mohamed VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”.
“La ausencia del rey de Marruecos, anunciada justo cuando se iniciaba la visita, es un plantón en toda regla al Gobierno español”, apunta el periodista experto en política, Isidoro Jiménez Zamora.
“La ausencia del rey de Marruecos, anunciada justo cuando se iniciaba la visita, es un plantón en toda regla al Gobierno español”, ha señalado Isidoro Jiménez Zamora, periodista experto en política internacional e historiador. Jiménez Zamora destaca: “Una cumbre de estas características necesita del concurso de un jefe de Estado como Mohamed VI, que no olvidemos que controla la situación política del país y dispone de mucho poder”.
Esta ausencia ha sido uno de los elementos más sonados de este encuentro, pero no ha sido la única. A los ministros de Unidas Podemos, a los que el Gobierno español no llevó, se suma la falta de atención a la prensa, que, como había manifestado previamente el Ejecutivo, según el protocolo y costumbre marroquí, no se llevaría a cabo.
“Madrid y Rabat deben llevarse bien, aunque haya asuntos sobre los que nunca se pondrán de acuerdo”, asegura Jiménez Zamora.
La RAN es un evento trascendente y marcado en rojo en los calendarios de ambos países desde 1993, cuando Felipe González empezó esta tradición, con el objetivo de mantener un hilo comunicativo constante con la región vecina. Ante lo crucial de esta fecha, numerosos expertos asienten que la finalidad de esta reunión, esperada para finales del año pasado, estribaba simplemente en la no ruptura de los lazos. O, como analizaba Sánchez, en el “respeto mutuo” y la no afectación a “las esferas de soberanía”.
Jiménez Zamora concluye que “a España le interesa llevarse muy bien con su vecino del sur, y que debe atender las distintas sensibilidades y posiciones existentes en el Magreb”. “Madrid y Rabat deben llevarse bien, aunque haya asuntos sobre los que nunca se pondrán de acuerdo”, profundiza el periodista e historiador.