Alemania y EE.UU. enviarán Leopard y Abrams a Ucrania

- Desmarcar - 3 de febrero de 2023
Tanque Abrams. Imagen de: General Dynamics

Alemania anunció, el 24 de enero, que va a enviar tanques Leopard 2 a Ucrania para intentar frenar la invasión rusa. La decisión del canciller alemán, Olaf Scholz, supuso un cambio en su anterior postura de actuar con precaución y cautela. Estos carros de combate se verán acompañados por los Abrams estadounidenses, ya que esta era una condición impuesta por Berlín.

Scholz y el ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, han estado presionados por Polonia y los países bálticos para permitir que otros ejércitos reexporten estos tanques de fabricación alemana. Scholz y Pistorius habían repetido que esperaban formar una coalición y que Alemania nunca actuaría sola. España cuenta con tanques Leopard. «Nosotros siempre hemos defendido que tenemos que ir de la mano todos los países en esta cuestión. Vamos a ver en qué se sustancia esta decisión (de Alemania). Vamos a mantener la unidad y coordinarnos con el resto de aliados, sobre todo de Europa», afirmaba Pedro Sánchez. En la madrugada de este miércoles ya se han llevado cinco de estos carros de combate a Sevilla, donde se prepararán para enviarlos próximamente a Ucrania.

«Los tanques pueden alterar el curso de la guerra, puede dar un cambio en el escenario de operaciones», cuenta Julio Guinea, profesor de Mundo Actual Europa en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV). «Hasta ahora, se había facilitado a Ucrania un armamento puramente defensivo, pero ahora rompen con esa dinámica, van a comenzar una nueva: facilitar a Ucrania armamento ofensivo. El efecto que puede tener este armamento una vez que comience a ser utilizado es desmoralizar a las tropas rusas, y, simbólicamente, comenzará un periodo de robustecimiento del Ejército ucraniano, que ahora atacan y no solo se defienden», añade Guinea.

Este envío de tanques fue condenado en Rusia. «Arderán como el resto», afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin. «Repetimos: estos tanques arderán como todos los demás. Son muy caros y todo esto recaerá, en primer lugar, sobre los hombros de los contribuyentes europeos. Los estadounidenses, como siempre, permanecerán al margen y, muy probablemente, sacarán unas buenas ganancias», señaló Peskov. Las empresas privadas también toman medidas, puesto que existen recompensas de hasta 65.000 euros por cada tanque de origen occidental destruido, una iniciativa apoyada por Vladimir Putin, presidente de Rusia.

Ante la amenaza rusa, Julio Guinea explica: «esto puede suponer el momento en el que Putin considera que Occidente está entrando en la guerra contra Rusia, porque Putin entiende que todos aquellos que están facilitando armamento y material para que Ucrania siga resistiendo ante su fuerza son enemigos. Podría ser el elemento punzante para que Rusia ataque, en algún momento, a algún país europeo de los que están suministrando armamento bélico a Ucrania, y, quién sabe si el momento en el que empleará su armamento nuclear».

Desde el Kremlin, se ha advertido de que el envío de estas armas afectará negativamente a la relación entre Rusia y Alemania, y que no servirá para «nada bueno». Dmitri Peskov afirmó en una rueda de prensa telefónica, transcrita por la agencia estatal Tass, que «estas relaciones ya se encuentran en un punto muy bajo».

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