El presidente ruso, Vladimir Putin, ha firmado la ley que le permitirá volver a presentarse a las elecciones, hasta dos ocasiones más, y en caso de ganarlas podría mantenerse en el poder hasta el año 2036. Con esto consagra la norma que le permite modificar la Constitución. De esta forma, podrá evitar el punto de esta que le impide ocupar el cargo de presidente durante más de dos mandatos seguidos.
Esta medida ha despertado polémica en el propio país y críticas por parte de la oposición. La tramitación se ha prolongado durante un año y medio, y también ha sido sometida a una consulta popular. Su aprobación permitiría a Putin seguir ocupando el sillón de la Presidencia durante 15 años más -terminaría el mandato con 83 años-.
La ley ha salido publicada este lunes en el boletín oficial ruso, y limita a dos los mandatos presidenciales. Pero no solo a dos consecutivos, como ahora -que fue el caso de Putin, quien fue presidente entre 1999 y 2008, luego pasó a ser primer ministro porque la Constitución rusa le impedía concatenar más mandatos, y pudo volver en 2012-, sino a dos en general.
Sin embargo, la ley tiene un apartado en el que señala específicamente que quienes hayan ostentado la Presidencia en Rusia antes de la entrada en vigor de estas enmiendas a la Constitución ya no tiene prohibido volver a ocupar el puesto -es decir, es como si su contador se pusiera a cero-.
Esto renueva las oportunidades para Putin, de 68 años, quien podrá volver a presentarse gracias a estas enmiendas. Aunque también lo hace para su aliado Dmitri Medvédev, quien ocupó la Presidencia en el intervalo de 2008 a 2012, y actualmente es el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia. En 2012, Putin volvió a presentarse y cambió la Constitución para ampliar de cuatro a seis años el mandato presidencial. Esto dio lugar a múltiples manifestaciones en el país.
Los cambios constitucionales también traen consigo un paquete de medidas más conservadoras y nacionalistas, y garantizan que ningún presidente podrá ostentar tanto poder como ha tenido él: ya no será posible imitarlo y alternar la presidencia con el puesto de primer ministro para poder volver al poder.
El presidente ruso debería retirarse en 2024, cuando termina su mandato actual, pero es muy enigmático con respecto a su futuro y no ha querido pronunciarse acerca de sus posibles planes políticos. Esta reforma llega en uno de sus momentos de menos popularidad, debido sobre todo a la crisis de la pandemia, el descontento social, la economía y el caso del opositor Alexey Navalny, quien fue envenenado el verano pasado y posteriormente detenido tras su vuelta a Rusia.