La viruela del mono está causada por un ortopoxvirus de la familia de la viruela, la primera enfermedad erradicada por el ser humano gracias a las vacunas. Se llama del mono porque fue descubierta en estos animales en 1958, aunque también se puede encontrar en roedores. La enfermedad, por lo general, es leve y se cree que para contagiarse es necesario un contacto muy estrecho con una persona infectada.
Reino Unido dio la alarma el 7 de mayo y, desde entonces, fuera de África se han detectado casos en Portugal, España, Italia, Estados Unidos, Alemania, Suecia, Suiza, Austria, Israel y Canadá. La enfermedad es muy rara e infrecuente. Es la primera vez que se produce una cadena de transmisión en Europa que no está vinculada a un viaje a zonas de África, principalmente oriental y central, donde este virus está presente.
“Estamos convencidos de que van a aparecer más casos. Están asociados a dos focos, la vía de transmisión es por contacto muy estrecho. Todos los diagnosticados y sospechas son varones”, ha afirmado Elena Adradas, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Madrid.
La principal vía de contagio es de animales salvajes a humanos. Y, en principio, no es una enfermedad altamente contagiosa entre personas. Por lo que se sabe, es necesario contacto estrecho. Se transmite por fluidos corporales, aunque puede haber transmisión indirecta por contacto con objetos que tengan restos de estos fluidos, que incluyen gotas de saliva.
“Va a haber más casos. No puede tener la dimensión del covid”, confiesa Ruiz Escudero.
El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, ha lanzado un mensaje de tranquilidad: “Va a haber más casos. No puede tener la dimensión del covid. Mantener la cautela, la vigilancia epidemiológica, hacer las encuestas para el rastreo de casos, realizar los aislamientos. La evolución clínica de los confirmados y sospechosos es buena”.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), su tasa de letalidad ha variado en las distintas epidemias que se han producido hasta el momento. A su vez, advierte que siempre ha sido inferior al 10%.
En un informe de la OMS publicado en 2019, explican que “no se ha podido demostrar que la transmisión de persona a persona por sí sola pueda sostener la infección por el virus de la viruela sísmica en los seres humanos”.
La ministra de Sanidad, Carolina Darias, ha explicado que se trata de un virus que no es de transmisión sexual, sino que se contagia de animales a personas por contacto estrecho o fluidos. “El virus apareció en África en los años 70 y se da entre animales a personas. Estamos ante una enfermedad zoológica viral”, ha declarado Darias.
Sus síntomas son parecidos a los de la viruela ya conocida. Se trata de fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, escalofríos y cansancio, acompañados de erupciones cutáneas que son contagiosas. Por ello, Sanidad recomienda llamar a emergencias en caso de presentar esos síntomas y evitar contacto físico con otras personas y con mascotas.
“Es esperable que a lo largo de los días vayan apareciendo en otras comunidades, es fundamental estar en alerta”, declara Villar.
La cepa de viruela del mono presente en España provoca afectaciones leves y es mucho menos contagiosa que la covid. Este virus requiere un contacto estrecho y prolongado entre personas, según la coordinadora de la Unidad de Salud Internacional del Hospital del Mar de Barcelona, Judit Villar. “Es esperable que a lo largo de los días vayan apareciendo en otras comunidades, es fundamental estar en alerta”, ha declarado Villar.
No existe tratamiento ni vacuna específica
No existe vacuna para el virus de la viruela del mono, excepto una que demostró tener eficacia del 85% para prevenirla y que la evolución sea más leve. Sin embargo, las dosis ya no están accesibles al público, ya que se suspendió su producción tras la erradicación mundial de la viruela.
La OMS advierte de que no hay tratamientos ni vacunas específicas contra la infección por el virus del la viruela símica, aunque sí se pueden controlar los brotes.
El virólogo del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), Mariano Esteban, ha abogado por vacunar a los contactos estrechos de las personas contagiadas por el virus de la viruela del mono. Se debe hacer antes de que desarrollen síntomas, como método más rápido para controlar la transmisión.
Según Esteban, existen dos vacunas disponibles, una de ellas es la de la viruela humana tradicional. Esta se dejó de administrar en la década de los 80 coincidiendo con la erradicación oficial de la enfermedad por parte de la OMS, pero que solo está autorizada por la agencia reguladora estadounidense, la FDA.
“Se propone el uso de la vacuna cuando se detecta el caso en los cuatro primeros días del contagio, previo al desarrollo de la enfermedad”, afirma Adradas.
Desde la dirección de Salud Pública, Elena Adradas, directora general de Salud Pública de la Consejería de Sanidad de Madrid, se encuentra en contacto con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). “Se propone el uso de la vacuna cuando se detecta el caso en los cuatro primeros días del contagio, previo al desarrollo de enfermedad, ya que con la administración de las mismas se evitaba de manera importante los síntomas. Si se hace del día 4 al 14 se atenúan los síntomas clínicos”, asegura Adradas.
Desde la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc), su portavoz, Francisco Javier Membrillo de Novales, ha apuntado que “se aconseja a quien tenga dudas de que pueda estar infectada que contacte con su hospital de referencia para tomar las decisiones de diagnóstico terapéuticas oportunas”