El Ministerio de Sanidad, dirigido por Mónica García, se ha planteado crear una nueva ley antitabaco. La idea del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025 se concluyó hace año y medio y es una realidad desde el 1 de enero de 2024. Su intención es endurecer la ley 28/2005.
Esta legislación vigente prohíbe estrictamente fumar en espacios públicos cerrados, incluyendo lugares de trabajo, restaurantes, bares y discotecas, con el propósito de salvaguardar la salud de las personas. Además, se han establecido restricciones en la publicidad y promoción de productos de tabaco, prohibiendo su difusión en medios de comunicación y lugares públicos, así como la promoción a través de patrocinios de eventos. La normativa también exige advertencias sanitarias en los envases de productos de tabaco para informar a los consumidores sobre los riesgos asociados con el consumo de tabaco. Para proteger a la población más joven, se prohíbe la venta de productos de tabaco a menores de edad y se han implementado medidas preventivas. Asimismo, la ley busca la creación de espacios libres de humo de tabaco, con el objetivo de resguardar a los no fumadores de la exposición al humo, lo que promueve entornos más saludables
A raíz de ello, la ministra se centra en dos cuestiones: la ampliación de espacios sin humo en lugares como coches (cuando hay presencia de menores y embarazadas), playas y terrazas; y afrontar los desafíos que suponen los nuevos productos del tabaco y relacionados.
El Gobierno sigue considerando el tabaquismo como un problema grave en la sociedad, ya que 63.000 personas mueren al año en España por causas relacionadas con el tabaco. De ellas un 21% con menos de 65 años.
Aumento de vapeadores
Mónica García ha abordado el tema de la regulación de los vapeadores, ya que la falta de información con respecto a los cigarros electrónicos ha generado una falsa creencia, sobre todo en los jóvenes, de que estos dispositivos no afectan a la salud, y que además, pueden ayudar a dejar de fumar.
Sin embargo, el doctor José Padua García, neumólogo e internista del Centro Médico ABC, declara que los vapeadores producen adicción de igual manera que un cigarro convencional. Esto se debe a que contienen nicotina, y es posible que esta adicción surja desde la primera o segunda ingesta. Además, al contener saborizantes hace que sean más atractivos para el que consume y que, a su vez, enganchen más.
Un informe de la OMS afirma que los menores que consumen cigarrillos electrónicos tienen hasta el triple de probabilidades de volverse adictos al tabaco.
Espacios sin humo
Respecto a los espacios libres de humo, la ministra de Sanidad expresó la intención de ampliar estas zonas y estudiar posibles situaciones para endurecer las restricciones, como en los vehículos de transporte de niños o en las playas. García dijo que se analizará detalladamente cada caso y situación, se revisarán los planes pendientes y se consultará a las partes involucradas, siempre priorizando la salud, especialmente la de los menores: «Consideramos la posibilidad de estudiar el plan integral antitabaco proveniente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo. Pretendemos evaluar el plan, pero mantenemos un compromiso firme con las recomendaciones para limitar y regular tanto los nuevos vapeadores como las nuevas adicciones de las generaciones venideras».
Sin embargo, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, no está de acuerdo con impedir fumar en las terrazas. Lo califica como «disparatado» y un intento de «brindis al sol» para ganar votos. Aun así, el futuro de la ley estará en manos del Ministerio.