Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han cerrado un acuerdo de gobierno para formar una coalición progresista en la próxima legislatura, siempre y cuando el líder del PSOE consiga los votos necesarios para seguir en La Moncloa. El pacto cuenta con más de 200 medidas, entre ellas está la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales para 2024, sin la bajada de los salarios de los trabajadores.
Esta medida supondría un coste para el empresario al tener que pagar al trabajador lo mismo por menos tiempo, así el salario por hora aumentaría un 6,5%. Las patronales empresariales (CEOE, Cepyme y ATA) consideran la reducción de la jornada laboral como “un atropello al papel constitucional de los agentes sociales.” Por otro lado, los sindicatos ven esta medida como una victoria, aunque pretenden seguir bajando la jornada laboral hasta 35 horas semanales, así lo expresa un documento de Comisiones Obreras Un salto adelante en materia de empleo.
La reducción de la jornada laboral no es una propuesta novedosa en nuestro país, en 1983 el entonces presidente de gobierno Felipe González rebajo la jornada laboral de 43 a 40 horas, las hoy vigentes en España, al igual que la mayoría de los países europeos como Italia, Portugal o Polonia. En cambio, en Francia tienen una jornada laboral de 35 horas, y en Alemania, Dinamarca y Países Bajos no hay un límite de horas laborables.
La medida, según fuentes del Gobierno, se hará con el fin de aumentar la productividad y el bienestar de los trabajadores. Yolanda Díaz, actual ministra de Trabajo, ha asegurado en un programa de la Sexta: “Queremos que la gente trabaje menos para que viva mejor”. María Jesús Álava Reyes, licenciada en Psicología, escritora, actual presidenta de Apertia-Consulting y la Fundación Universitaria para el Desarrollo de la Psicología y de la Investigación, experta en Psicoterapia por la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos (EFPA) y elegida durante tres años TOP 100 mujeres lideres en España, ha señalado que «la reducción de la jornada laboral no necesariamente va unida con el aumento de la productividad de los trabajadores, si no que la productividad esta relacionada con factores como la organización y planificación del trabajo».
Hay estudios realizados en los últimos 10 años demuestran que las empresas que gestionan adecuadamente las emociones de sus empleados tienen ventajas competitivas frente al resto. Es decir, que si no se tratan el resto de palancas organizativas, la reducción no tiene que significar un aumento en la productividad.