La ciudad de Madrid cuenta con más de 250.000 puntos de luz encargados de iluminar. Cada uno de ellos es diferente.Algunos son más antiguos y otros, más modernos. Sin embargo, hay algo que todos comparten: tienen un número, que no son un adorno ni una simple decoración. Cada farola está numerada según la ubicación.
Puede parecer poco útil cuando están situados en lugares céntricos como Gran Vía o Callao, sin embargo hay barrios y zonas de Madrid alejadas del centro donde es posible que no sea fácil encontrar concreto. Cada farola actúa como un punto de referencia geolocalizado, que permite a los servicios de emergencia identificar con rapidez el lugar exacto desde donde se ha realizado la llamada.
Los servicios de emergencias usan estas farolas como una herramienta clave que podría marcar la diferencia en una situación de emergencia. Si alguien necesita ayuda, al decir el número correspondiente al lugar en el que se encuentra, es posible acudir con mayor precisión.
➡️¿Sabías que las farolas de #Madrid están numeradas?2⃣2⃣
Si tienes una emergencia🚔🚑 en la calle y no ves el número de ningún portal, fíjate en las farolas y podrás darnos tu ubicación.✅#SomosTuPolicía#PolicíaDeMadrid pic.twitter.com/dNbvZTA44s— Policía Municipal de Madrid (@policiademadrid) January 24, 2025
El comisario judicial de la Policía Municipal de Madrid, Fernando Argote, explicó en Telemadrid que ubicar con precisión el punto exacto de un incidente en la capital es complicado. Por ello, si al llamar al 112, se proporciona el número de la farola más cercana, se puede ayudar a los servicios de emergencias a localizar el punto con mayor rapidez.
Farolas fernandinas
Actualmente, en la zona más céntrica de la capital, aún se pueden ver rastros de historia. En la parte baja de algunas farolas, se observa un escudo esculpido. Se trata de una doble ‘F’ y el número VII en romano. Todo ello, en honor a las farolas que mandó hacer el rey Fernando VII durante su reinado. Estas farolas reciben el nombre de fernandinas y se instauraron el 30 de enero de 1832, en honor al nacimiento de su hija, la infanta María Luisa Fernanda de Borbón.