El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) cifraba, hace una semana, en 721 la cantidad de reducciones de penas “en aplicación de la Ley de garantía integral de la libertad sexual”, también conocida como ley del “solo sí es sí”. El CGPJ ha señalado, además, que se han producido “al menos, 74 excarcelaciones”.
Este martes, se ha llevado a cabo en el Congreso la votación para la tramitación de reforma de la ley, que ha dividido los apoyos entre el PSOE, que apoya el cambio, y Unidas Podemos, contrario a él. “No se trata de con quién votas, sino para quién”, ha comentado el portavoz del Partido Socialista, Patxi López, en alusión a que la postura de su partido defiende a las víctimas de las agresiones sexuales. Las fuerzas de centroderecha han apoyado una reforma de la ley, que llevan pidiendo cinco meses, y que, según la portavoz popular, Cuca Gamarra, ha tenido “efectos demoledores”.
El PSOE vota junto al PP volver al Código Penal de la violencia y la intimidación, es decir, que el consentimiento deje de estar en el centro. El día antes del 8M.
Una mala noticia para las mujeres y el feminismo. pic.twitter.com/t8FQulEbVr— Podemos (@PODEMOS) March 7, 2023
Violación de «la manada»
La ley nace a raíz de la violación en grupo de “la manada” en las fiestas de San Fermín en 2016, en la que los cinco agresores fueron condenados, en primer lugar, por abusar sexualmente de una chica y, en segunda instancia, por violación, aumentando su pena hasta los 15 años de prisión. El Gobierno comenzó a gestar y logró la aprobación, el 25 de agosto del año pasado, de la Ley de la libertad sexual, cuya premisa fundamental era que “solo se entenderá que hay consentimiento cuando se haya manifestado libremente mediante actos que, en atención a las circunstancias del caso, expresen de manera clara la voluntad de la persona”.
La polémica surgida después de la entrada en vigor de la ley, en octubre de 2022, se debió a la no diferenciación entre abuso y agresión sexual, donde el componente determinante era si se había producido o no intimidación y posterior violencia sexual. Con la ley aprobada, ambos delitos se unificaron, lo que provocó que la labor judicial fuera más interpretativa y se redujeran las penas para el que era un único delito: la agresión sexual.
Con la numerosa reducción de penas, se generó un debate acerca de si la norma estaba bien redactada o el problema provenía de la interpretación de los jueces. La ministra de Igualdad, Irene Montero, declaró, en noviembre, que la ley “estaba bien redactada” y la culpa de rebajar las penas recaía en los jueces y fiscales: “están incumpliendo la ley”. Además, agregaba que existía “un problema de la aplicación y de interpretación por la falta de la perspectiva de género”, al tiempo que pedía mayor formación para los magistrados. El CGPJ se mostró indignado y tachó de “intolerables ataques” los comentarios de Montero.
Entre los 721 delincuentes sexuales beneficiados por la ley del “solo sí es sí”, se acumulaban decenas de reducciones de pena en crímenes como el abuso sexual a menores. La Audiencia Provincial de Vizcaya, en enero, llegaba a rebajar la condena a dos hombres a seis años de prisión por abusar de una menor. El periodista de Cope Ángel Expósito manifestaba, este martes, en La Linterna su aversión por los efectos de la ley: “80 cerdos sueltos y no pasa nada”. Aseguraba que jóvenes de 16 y 17, e incluso menores, eran engañados por pedófilos y pederastas. “Ahora se considera que no es delito si existe consentimiento, aunque tengas 14 años”, apuntaba Expósito.
Reforma de la ley
La reforma de la ley no varía su definición de consentimiento, pero sí especifica numéricamente los años de pena, según el tipo de delito sexual. Asimismo, se distinguirá entre agresión sexual con o sin intimidación, y violación con o sin violencia. Las penas aumentan y la ley concreta que habrá entre 8 y 12 años de prisión si hay agresión sexual con penetración sin violencia, y entre 12 y 15 si se produce con el agravante de la violencia o intimidación.
En la votación en el Congreso, PP y Vox han apoyado al PSOE, ante lo que Irene Montero se ha lamentado: “Es una mala noticia para las mujeres que el PSOE se dé la mano con el PP”. La secretaria general de su partido y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, ha mencionado el 8-M como una fecha clave y dice sentirse “triste” por el pacto entre Sánchez y su oposición para llevar a cabo esta reforma. El líder del PSOE ha aprovechado el Día de la Mujer para subrayar que su Gobierno “sitúa el feminismo y la igualdad en el centro de toda acción política”.