El Real Madrid demostró, una vez más, quién es el dueño y señor en Europa. Los de Zinedine Zidane endosaron, este martes, un 3-0 al Atlético de Madrid en las semifinales de la Champions League. Lo que se esperaba que fuera la madre de todas las batallas entre los dos equipos madrileños se iba a convertir en un mero trámite para los madridistas.
Con un juego práctico y resolutivo, el Real Madrid se plantó en el Bernabéu con el objetivo puesto en la final de Cardiff. Los blancos controlaron el partido durante los 90 minutos y consiguieron imponer su fútbol con más facilidades de las que en un principio se esperaban. Los rojiblancos no pudieron deshacerse de la impotencia que les persigue cuando se enfrentan al Real Madrid en la máxima competición continental.
El resultado pudo ser más abultado, de no ser por el fantástico portero del Atlético de Madrid.
El resultado pudo ser más abultado, de no ser por el fantástico portero con el que cuenta el Atlético de Madrid. Durante la primera parte, Oblack impidió que los de Simeone se fueran con una goleada al descanso. Superado por el juego del rival y sin apenas ideas, el técnico argentino recurrió al veterano Fernando Torres como primer cambio. Una participación, la del niño, que no supuso revulsivo alguno en el juego de los de la ribera del Manzanares.
Un nueve de oro
Si hubo un héroe en el partido, ese fue el portugués Cristiano Ronaldo, quien marcó una tripleta antológica que será recordada durante muchos años. El astro de Madeira confirmó que está llamado a ser el próximo Balón de Oro. Con una precisión de cirujano, Ronaldo se coló, este martes, en el Olimpo de los mejores «nueve» del fútbol mundial. El colegiado del partido no fue determinante en ninguno de los goles del partido.
Con un contundente 3-0 en la ida, parece muy complicado que el Real Madrid no alcance la final del próximo 3 de junio. De ser así, los de Zidane tendrían la posibilidad de levantar su segunda Champions League consecutiva, algo que nadie ha logrado desde que este torneo cambió de denominación. En su séptima semifinal consecutiva, el Real Madrid ya ha demostrado que vuelve a ser el mejor equipo del fútbol mundial de los últimos años.