François Fillon ha perdido en dos días una gran parte de sus apoyos dentro de la derecha francesa. Más de 60 parlamentarios han dimitido debido a la poca transparencia del candidato, quien había asegurado que si era imputado por los sueldos oficiales de su mujer (lo será el día 15) dimitiría. Sin embargo, Fillon ahora ha declarado que si las bases «aguantan», seguirá «hasta el final».
Entre la militancia y los parlamentarios discrepantes ha resurgido el nombre de Alain Juppé, excandidato que perdió inesperadamente contra Fillon en las elecciones primarias.
Los Republicanos también han retirado los apoyos. El senador independiente adherido a esta formación Jean-Baptiste Lemoyne ha considerado que la actitud del candidato llevará al partido a la derrota en las urnas el día 23 de abril de 2017. «He recorrido mi circunscripción, percibo que mucha de nuestra gente está yéndose con Marine Le Pen», ha declarado.
La organización Jóvenes con Fillon también ha pedido la dimisión del conservador por su actual baja credibilidad y por sus críticas a la Justicia francesa, al no corresponder con «un candidato al Elíseo».
La fuerza que se mantiene del lado de François Fillon es Sens Commun, una organización nacionalista promotora de Manif Pour Tous (un movimiento en contra, por ejemplo, del matrimonio homosexual). Esto ha hecho variar las propuestas de economía liberales hacia posiciones más conservadoras.
De hecho, lo que temen los parlamentarios franceses es que el descontento provoque un ascenso del Frente Nacional. Algunos de ellos podrían asociarse con Marine Le Pen y muchos militantes, votarla.
Según los últimos sondeos, el candidato de la izquierda moderada Emmanuel Macron ganaría a Marine Le Pen, y la derecha francesa, por primera vez en la V República, sería eliminada en la segunda vuelta.