Jordan Peterson, psicólogo clínico, crítico cultural y profesor canadiense, acudió a la Universidad Francisco de Vitoria (UFV) para presentar su libro, 12 reglas para vivir: un antídoto contra el caos. El encuentro fue en el aula magna de la universidad y estuvo dirigido la periodista Cayetana Álvarez de Toledo. Tuvo lugar el 13 de noviembre y fue emitido en directo a través de YouTube.
Peterson explicó que su libro sirve para “recordar a la gente las cosas que tienen miedo a decir”. Se trata de una obra en la que se acumulan “lecciones de madre” que están en el conocimiento de cualquier persona, pero que necesitan ser recordadas. «Sabemos cosas que no sabemos que sabemos”, aseguró el profesor.
«No creo que estemos dirigidos por el pasado. Tenemos el potencial del futuro», afirmó Peterson.
Uno de los capítulos que conforman el libro se titula Langostas. Peterson a menudo habla de la jerarquización de la sociedad y en este apartado asemeja las estructuras sociales de los humanos con las de las langostas. Asegura que “crear jerarquías es la forma en la que se solucionan problemas de manera natural”, y por esto las defiende en sus textos.
“El dominio no constituye las jerarquías, sino la competencia”, afirma Peterson. Desde este hecho, desarrolla una idea que va en contra del pensamiento de “izquierdas” de que las jerarquías se han creado a partir del capitalismo, puesto que “existen desde mucho antes”.
Feminismo y colectivos
Además de su libro, hizo una crítica al movimiento feminista radical que, según él, “promueve la imagen de una mujer que se parece al hombre”. “Si tienes un patriarcado y lo llenas de mujeres ya no es una tiranía”, afirma Peterson sobre la idea que promueven ciertos sectores feministas.
En esta crítica también defendió su idea de que a las mujeres se las educa para que lo más importante sea su carrera y, de este modo, no se las invita a compaginarlo con la vida familiar y viceversa. “Tienes hijos y, de repente, hay gente más importante que tú en el mundo”, concluyó Peterson.
Peterson, además, habló de la “opresión de los colectivos”, ya que “un colectivo no sufre, sufren los individuos y cada individuo forma parte de más de un colectivo” e invitó a “tener identidad y no sacrificarla por ningún colectivo”.